Un nuevo estudio sugiere que los polímeros de péptidos antimicrobianos estructuralmente nanodiseñados (SNAPP) podrían proporcionar un agente antimicrobiano de bajo costo y efectivo contra las bacterias resistentes a múltiples medicamentos (MDR).
Desarrollado por investigadores de la Universidad de Melbourne (UNIMELB; Parkville, Australia), el SNAPP es extremadamente eficaz para matar las bacterias Gram-negativas, y, a la vez, son no tóxicos para las células del propio cuerpo, gracias a su actividad antimicrobiana única. SNAPPs induce la muerte celular por un mecanismo multimodal que combina la desestabilización de la membrana externa, el movimiento no regulado de iones a través de la membrana citoplasmática, y la inducción de la muerte a través de una vía similar a la apoptótica.
Los SNAPPs mostraron actividad sub-μM contra todas las bacterias Gram-negativas ensayadas, incluyendo los patógenos ESKAPE (Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus, Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter, Pseudomonas aeruginosa y Enterobacter) y otros patógenos resistentes a la colistina y MDR (CMDR), al tiempo que demuestran baja toxicidad. Además, los investigadores no observaron ninguna adquisición de resistencia por A. baumannii (incluyendo la cepa CMDR) con los SNAPP. El estudio fue publicado el 12 de septiembre de 2016, en la revista Nature Microbiology.
“Se calcula que el aumento de las súperbacterias causará hasta diez millones de muertes al año en 2050. Además, sólo ha habido uno o dos nuevos antibióticos desarrollados en los últimos 30 años», concluyeron el autor principal, el profesor Greg Qiao, PhD, del departamento de ingeniería química y biomolecular, y sus colegas. “En general, los SNAPPs muestran un gran potencial como agentes antimicrobianos de bajo costo y eficaces, y pueden representar un arma en la lucha contra la creciente amenaza de las bacterias Gram-negativas resistentes a múltiples fármacos”.
Los polímeros antimicrobianos han sido diseñados para imitar los péptidos utilizados por el sistema inmunológico de los seres vivos, para matar las bacterias. Típicamente, se producen uniendo o insertando un agente antimicrobiano activo sobre una cadena principal del polímero a través de un enlazador alquilo o acetilo. El uso de polímeros antimicrobianos puede mejorar la eficacia y la selectividad de los agentes antimicrobianos comunes, mientras disminuyen los riesgos ambientales asociados, ya que son generalmente no volátiles y químicamente estables.
La información fue publicada por el portal www.hospimedica.es