Santo Domingo.- A consecuencia de la situación creada por el coronavirus Covid-19, muchos médicos y centros de salud están abordando el barco de las consultas online, por WhatsApp y video conferencias. Pero, ¿qué tan seguras son? Un abogado especialista en derecho médico lo analiza para los lectores de Resumen de Salud.
Gilberto Objío Subero asegura que es tendencia global que se realicen consultas por video conferencias y otras vías digitales u online; sin embargo, los riesgos legales en la relación médico-paciente están latentes.
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Por eso, el experto en derecho médico recomienda varios consejos a los médicos y profesionales de salud que ofrecen un servicio a distancia, que a continuación le resumimos:
No consultar aquello que no puede ser apreciado, salvo que se esté en presencia del paciente o del objeto a estudiar.
Desistir la idea de aplicar las consultas a distancia para todos los casos.
Cuando se está seguro como médico que el objeto de la consulta puede satisfacerse a distancia, descargar una aplicación que nos permita guardar un registro de toda la interacción con el paciente.
El artículo 28, de la Ley 42-01, exige que se guarde por escrito un registro de todo el proceso salud enfermedad del paciente. Esto incluye las interacciones a distancia.
Titule correctamente los archivos de video, audio, y conversaciones de forma que puedan ser identificadas. En caso de que haya una queja, esta es su mejor defensa.
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Si se tiene la aplicación, ahora se necesita el consentimiento expreso del paciente de participar en una video llamada con el propósito de ser atendido y de recibir por correo (y mencionar el correo), las informaciones que esta produzca.
Este consentimiento puede quedar registrado en la llamada misma.
Debe informarle al paciente que se guardará una copia de ese video y que puede solicitarlo.
Al concluir la consulta, dar por escrito al paciente sus órdenes médicas. Recomendable enviar por correo al paciente.
En algunos casos hacer su receta médica, escanearla, y mandarla.
Recuerde que en muchos casos se requerirá la original para usar el seguro.
Facturar al paciente.
Recibir pagos por cualquier vía lícita, tales como transferencias bancarias.
