Santo Domingo.- El consumo de alcohol durante el embarazo puede ser riesgoso, así lo demostró la licenciada María Eugenia Portela Almánzar, del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) al presentar los resultados de la investigación: “Análisis de la problemática social del consumo de alcohol durante el embarazo en República Dominicana”.
Portela precisó que la exposición prenatal al alcohol es causante de un amplio espectro conocidos como “Trastornos de Espectro Alcohólico Fetal” (TEAF), el cual no hace referencia a un diagnóstico clínico, sino a un término sombrilla que describe las distintas alteraciones físicas y mentales que pueden presentarse en niños/as expuestos de forma prenatal al alcohol.
Dentro del TEAF explicó que abarca desde retraso mental y trastornos de aprendizaje hasta trastornos psiquiátricos y de conducta, ya que los mismos son trastornos frecuentes, pero infradiagnosticados, que se constituyen como la primera causa adquirida de trastornos del neurodesarrollo, siendo el Síndrome alcohólico Fetal (SAF) su condición más grave.
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Algo positivo es que los TEAF son trastornos 100% evitables, por lo cual la prevención debe de eregirse como un recurso valioso en República Dominicana.
Además, la investigadora sostuvo que se encontró una alta prevalencia general de consumo de alcohol durante el embarazo, superior al 50%, donde fue evidenciado un alto porcentaje de mujeres que toman alcohol desconociendo que están embarazadas, fruto de embarazos no planificados. Esto constituye un riesgo para el feto en desarrollo, ya que este consumo, que se hace en total desconocimiento, tiene lugar dentro de los primeros meses del embarazo, claves en el desarrollo fetal, porque se produce la organogénesis.
La investigadora recomendó a la República Dominicana “seguir la línea de países más desarrollados y promover la abstinencia total en las mujeres embarazadas a través del personal sanitario que labora en centros de atención primaria y hospitales, los cuales deben de ser debidamente entrenados para estos fines”.
Señaló que éstos entrenamientos y recomendaciones oficiales deben de bajar desde el mismo Ministerio de Salud Pública, ya que si no se entrena debidamente al personal sanitario ni se les envía políticas públicas claras al respecto, seguirán cosechando altas tasas de prevalencia de consumo de alcohol durante el embarazo, con sus nefastas consecuencias en niñas y niños del país.
Por Luisa Fernanda Alvarado