Santo Domingo.- El presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), doctor Senén Caba, ha hecho un lanzamiento fuerte quizás sin pensar que las sociedades médicas ya son dueña de los mejores bateos en la arena médica. Arrancó de la mano con el presidente Luis Abinader en una reunión en el Palacio, escoltado por su guía político, doctor Waldo Suero.
Tras esa esa reunión se anunció el plan de establecer 56 nuevas residencias o escuelas de formación de médicos especialistas, la cosa se puso difícil para el veterano gremialista médico. Las sociedades médicas importantes se le han plantado en dos patas y lo han obligado a negociar para detener el chucho de la presión.
Las sociedades de Pediatría, Ginecología, Fisiatría, Ortopedia, Anestesiología y el Colegio Dominicano de Cirujanos han expresado su oposición a nivel público, pero la mayoría la expresa por lo bajo. Es una bola de nieve que le ha venido bajando al doctor Senén Caba que lo podría arrollar.
El principal argumento es que no hay una estructura académica y logística poderosa para abrir nuevas escuelas.
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Desde hace unos cinco años, la pava no pone donde ponía. El CMD era dueño absoluto de la opinión pública en temas sanitarios y de salud, pero el panorama ha cambiado.
Las sociedades científicas, por ley avaladas por el gremio médico, han ganado espacio en la agenda pública nacional de salud, tienen voz propia y poder de presionar en cuantas decisiones públicas, privadas se tomen sin consultarlas.
El presidente del CMD no la tiene todas consigo y ha tenido que convocar a directivos de sociedades para echar agua al fuego. Incluso a dos de estas, de Ortopedia y Fisiatría, les hizo abortar una rueda de prensa con promesa de una próxima reunión para informar más detalles sobre el tema.
Lo cierto es que en las lides gremiales médicas hay que tomar en cuenta esas organizaciones científicas porque ya su cuna mediática no la mece el Colegio Médico, sino que se impulsan con fuerza propia.
Doctor Senén, ojo con esto.
Por Pedro Angel
