San José.- Estudio del Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica (CCP UCR) señala que la salud de los parientes, finanzas y la salud de cada persona son las principales preocupaciones que tienen los adultos costarricenses.
El estudio comprende una muestra significativa a nivel de todo el territorio nacional de 2.743 adultos entre los 53 y 66 años. Las entrevistas se realizaron entre 2010 y 2011 en las casas de habitación. La investigación fue liderada por la investigadora principal del área de estrés y salud en adultos costarricenses, Ericka Méndez.
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El estudio señala que 52% de los adultos en edad de retiro sienten estrés por la salud de los padres o parientes, según los investigadores esto es algo esperable ya que, por su edad, sus padres probablemente estén vivos y sean mayores.
Otros de los aspectos que estresan a los adultos están relacionados con la situación de las finanzas (46%), salud (43%), relaciones familiares (28%) y trabajo (25%).
Un dato destacable de los resultados es que las mujeres se muestran más estresadas en cada una de las cinco áreas menos en el trabajo. Por ejemplo, el 56% de las personas que dijeron sentirse estresados por la salud de parientes, fueron mujeres; mientras que 48% fueron hombres.
No obstante, hay una gran diferencia en el rubro de “trabajo”, pues el 36% de quienes se muestran estresados son hombres en contraste con el 14% de las mujeres, menos de la mitad.
Para el director del centro de memoria y envejecimiento en el hospital San Juan de Dios, Norbel Román, aunque el estrés es un fenómeno natural del ser humano que permite sobrevivir ante situaciones apremiantes, es también un estado de alerta permanente que puede afectar de forma progresiva la salud de las personas.
El médico especialista señala que para las personas que están en la etapa de la vejez -o cerca-, es importante contar con redes de apoyo y herramientas de resiliencia para afrontar el estrés.
Otras de las particularidades que se identifica en el estudio es que las personas que padecen una discapacidad o alguna enfermedad tienden a presentar un nivel de estrés mayor que al de quienes no.
De acuerdo con Norbel Román, cuando el estrés es crónico hay un mayor impacto en la salud. Por ejemplo, el estudio señala que tener una discapacidad podría dificultar quehaceres básicos de la rutina que antes no provocan estrés, como cruzar un cuarto, ir al baño, bañarse, comer, acostarse, caminar o subir las escaleras.
Este estudio forma parte de Creles, un proyecto de investigación de la Universidad de Costa Rica, ejecutado por el Centro Centroamericano de Población, que tiene como eje central el estudio de la longevidad y envejecimiento saludable de los adultos costarricenses.
El proyecto reúne distintas investigaciones enfocadas en temas como la salud, la esperanza de vida, la calidad de vida, el estrés, con el fin de recolectar información que puede ser utilizada para estudios científicos o programas dirigidos a adultos mayores.