Radioterapia, ¿por qué es buena opción?

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El cáncer es la enfermedad que desafía a la ciencia cada día. Científicos en el mundo entero dedican su vida a la investigación de esta dolencia que no han podido vencer. Buscan procedimientos y drogas que logren disminuir su índice de prevalencia y que alarga la vida con calidad del paciente.

Uno de los procedimientos más utilizados en los dolientes con cáncer es la radioterapia, aplicación de radiaciones ionizantes. Si es radioterapia conformada, se utilizan bloques o laminas para moldear el haz de radiación al blanco.

Otro método, el 3D utiliza la tomografía que le permite considerar el volumen de un tejido que se quiere irradiar o proteger. También existe el proceso por intensidad modulada, el cual conjuga la técnica de volumetría (3D) y las diferentes intensidades de dosis en un campo de tratamiento. Por su parte, la radiocirugía suma la técnica 3D y el eje cartesiano esterotáxico.

La radioterapia Luisa Suárez, radioterapeuta del Centro Diagnostico Docente, CDD Las Mercedes, sostiene que la técnica de aplicación dependerá de cuan homogénea sea la distribución de la dosis de radiación en el tumor y en el tejido sano.

También de cuánta dosis se desea que llegue al tumor. “Para tumores de la próstata, -indica-, que amerita una alta dosis de radiación se aplica la técnica de intensidad modulada que permite proteger bien los tejidos sanos.

En cambio, en tumores de cuello uterino la dosis es un poco más baja en radioterapia externa y se puede utilizar sin problemas una técnica 3D convencional o campo sobre campos, al igual que en los tumores de mama”.

Suarez es del criterio que hay lesiones que no necesitan producir un daño tumoral a través de la muerte celular del tumor, sino a través del daño endotelial de los vasos sanguíneos y tumoral de lesiones benignas cerebrales que lo hacen mediante radiocirugía.

Entre los grandes adelantos en tratamiento oncológico figuran los equipos de última generación, que disminuyen las quemaduras que las radiaciones ionizantes producen en los pacientes.

Aseguró la doctora Suárez, que tanto la disminución de las quemaduras como la reducción del número de las radiaciones se deben a varios factores. “Primero, -explica-, que en los aceleradores lineales, su dosis máxima se encuentra entre 1.5 centímetros por debajo de la piel. En los equipos que utilizan cobalto ocurre a 0.5 cms pudiéndose observar mayores efectos dérmicos por lo superficial de la liberación de la radiación”.

Agregó que la integración de la tomografía permite tener una visión de la volumetría y eso ofrece más exactitud de la zona, con lo cual se disminuye el tamaño del áreaa irradiar y la de de tejidos sanos. Afirma que la integración de sistemas de planificación computarizados reduce los errores de cálculo de dosis, haciendo que las porciones a administrar sean cada vez más exactas.

En cuanto a la regresión completa de la lesión

“Las nuevas tecnologías nos permiten aumentar o administrar altas dosis de radiación en el tumor disminuyendo, cada vez más, las dosis a los tejidos sanos. Esto no podría ocurrir con la tecnología en 2D. De tal manera, que las nuevas tecnologías proporcionan un mayor control local de la enfermedad, minimizando las complicaciones que siempre ha sido una limitante en tumores altamente agresivos o resistentes a la radioterapia.