Un nuevo estudio sugiere que cuando se usa sola, la radiografía de tórax, sin otros criterios de detección de traumatismos, tiene un desempeño deficiente para la detección de lesiones torácicas contundentes.
Para el estudio, investigadores de la Universidad de California, San Francisco (UCSF, EUA) realizaron un análisis secundario de datos del estudio NEXUS Chest CT (realizado entre agosto de 2011 y mayo de 2014 en nueve centros urbanos de trauma de nivel-1 en los Estados Unidos), que incluyó un total de 4501 participantes que habían resultado heridos principalmente en accidentes automovilísticos y que recibieron radiografías de tórax iniciales, seguidas de tomografía computarizada (tomografías computarizadas). Las lesiones se clasificaron como clínicamente mayores o menores.
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De acuerdo con el portal https://www.medimaging.es/, los resultados revelaron que la radiografía de tórax pasó por alto los traumatismos cerrados en 818 pacientes (54,7%), de los cuales el 7,7% se clasificaron como lesiones graves.
Las lesiones mayores pasadas por alto más comunes fueron las fracturas del esternón, las fracturas espinales y las lesiones aórticas, mientras que las lesiones menores pasadas por alto más comunes fueron los derrames pericárdicos, las fracturas del esternón y los hematomas mediastínicos. El estudio fue publicado el 19 de junio de 2021 en la revista American Journal of Emergency Medicine.
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“No sugerimos que la radiografía de tórax deba ser abandonada por completo en la evaluación de traumatismos cerrados en adultos”, concluyeron los coautores del estudio, David Dillon, PhD, y Robert Rodríguez, MD.
“La radiografía de tórax sigue siendo útil para la detección de pacientes con traumatismos de bajo riesgo, y es un componente esencial de nuestro instrumento de decisión de TC de tórax, que guía de forma segura la utilización selectiva de la TC de tórax, con reducciones de hasta el 38% de las TC de tórax”.
La radiografía de tórax se mantiene como la principal modalidad para la detección y el diagnóstico de lesiones torácicas en pacientes con traumatismos, y se utiliza para visualizar fracturas costales, contusiones pulmonares, neumotórax y hemotórax, enfisema, lesión diafragmática y aórtica y fracturas del esqueleto axial.
Es una práctica común que una radiografía de tórax, tomada en el departamento de emergencias, sea evaluada por el equipo de trauma y no por un radiólogo capacitado.