Santo Domingo.- El presidente de la Sociedad Dominicana de Pediatría, doctor Marcos Guillén, explicó las razones por las cuales una persona vacunada se puede contagiar de un virus.
En tal sentido, aclaró que se debe estar consciente de que “si me vacuno hoy estaré desprotegido por algunos días, debido a que no habrá pasado tiempo suficiente como para que mi organismo haya producido anticuerpos contra la enfermedad”.
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Agregó que tres o cuatro semanas después y habiéndose administrado la segunda dosis es cuándo empezará a producirse en las personas una inmunización lo suficientemente fuerte como para protegerlas.
Durante el espacio “Hablando con el pediatra”, el especialista confirmó a Diario Libre que las vacunas producen protección en un país cuando una gran proporción de la población se ha vacunado.
Ponderó que si la vacuna protege en un 95 por ciento, existe un 5 por ciento que, aunque reciba la vacuna podría estar desprotegido y si no se han cumplido estrictamente los procesos de transporte y almacenaje, si se rompió la cadena de frío que las vacunas requieren, podrá haber personas inyectadas, pero no vacunadas. Son procesos muy estrictos que hay que cumplir.
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En cuanto a los efectos secundarios de las vacunas contra Covid-19, dijo que son “los mismos que conocemos de otras vacunas que a pesar de conocerlos las seguimos poniendo, porque los beneficios siempre serán muy superiores a los efectos no deseados”.
Afirmó que como son vacunas nuevas, en el futuro, podrían aparecer efectos que hoy desconocemos. Una especulación que no invalida el hecho de que estaré más seguro si me vacuno.
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Las vacunas contra covid-19 se comenzaron a distribuir en diciembre pasado, aunque no con la eficiencia y rapidez que desearíamos y en nuestros países, está por verse.
Entre los acuerdos que buscan asegurar un acceso equitativo está el de Astra Zeneca/Oxford para aportar 170 millones de dosis y Johnson and Johnson para aportar 500 millones de dosis. Unicef anunció que está listo para transportar 850 millones de toneladas de vacunas COVID-19 cada mes, sin embargo, la realidad es otra.
Concluyó que “hay que ser realista. En nuestra América pobre, con tantas carencias, en medio de esta pandemia, con autoridades que quisieran actuar, pero que cuentan con una población ajena y poco comprometida y demasiado gente opinando. Hay que llamar a la cordura, a la paciencia y a la buena voluntad. De lo contrario, seremos los últimos una vez más”.
