Diagnosticar a tiempo las enfermedades autoinmunes, como lupus eritematoso, síndrome de Sjögren, esclerodermia, artritis reumatoidea, vasculitis autoinmune y los síndromes que se superponen, la miastenia gravis y el pénfigo vulgar, entre otras, no solo evitaría un daño sistémico a largo plazo en el aspecto renal, hepático y psiquiátrico del paciente, sino que eventualmente hasta podría salvarle la vida.
Según declaraciones del doctor Ángel Valdivia, director médico del Departamento de Inmunoserología de Referencia Laboratorio Clínico, dado que hay casos donde se puede demorar hasta cuatro años en identificar la existencia de enfermedades del tejido conectivo, la clave es incrementar la unión constante de los clínicos y los profesionales del laboratorio para un diagnóstico más rápido y específico.
A juicio de Valdivia, las herramientas de diagnóstico recomendadas por los comités de expertos son tres la técnica de fluorescencia, que es considerada como de referencia (gold standard); de hecho, “para llegar a un nivel competente, nosotros (Referencia Laboratorio Clínico) aspiramos hacer un diagnóstico de 11 patrones para comenzar en esta primera etapa; o sea, vamos a saltar de cuatro a 11y son muchos más todavía”, indicó.
La segunda es la criptidia (un parásito unicelular que se usa como sustrato para detectar anticuerpos ANTI DNA); y la tercera, es el panel, donde se va directamente al anticuerpo, o sea, en el que se cuantifica, y nuestro Laboratorio dispone de las tres técnicas”.
El especialista explicó que la determinación de los anticuerpos antinucleares (ANA) ha sido en las últimas cuatro décadas, la prueba de laboratorio más usada para diagnosticar el lupus eritematoso sistémico y otras enfermedades autoinmunes. Sin embargo, refiere que, como un número significativo de pacientes sanos puede presentar un ANA positivo, esta prueba no es diagnóstica por sí sola, debe estar relacionada con los hallazgos clínicos.
El especialista insiste que “aunque en la práctica los laboratorios son los responsables de resolver el dilema de elegir el mejor método según su aplicación, la evaluación clínica es esencial, ya que el diagnóstico de anticuerpos sin datos clínicos no dice nada”.
Mientras, la licenciada Liliana Peñaranda, bacterióloga, laboratorista clínica y explicó que el panel autoinmune es una prueba de laboratorio que ayuda a establecer el diagnóstico, y a monitorear los tratamientos de las enfermedades autoinmunes de una manera eficaz.
Enfatizó en la importancia que encierra aclarar la ambigüedad de los conceptos a la hora de interpretar los resultados, conocer los nuevos aportes de las comunidades científicas respecto a estas pruebas, manejar los algoritmos de manejo de las pruebas de autoinmunidad y dominar las nomenclaturas en el reporte de los resultados para identificar los anticuerpos.
“Es indispensable en este tipo de pruebas, por el impacto clínico que tiene la interpretación de los resultados de estas, que haya una comunicación clara y directa entre el clínico y el laboratorio; y que el lenguaje que se maneje, en cuanto a limitaciones, ventajas y desventajas que representan este tipo de pruebas, sea claro y transparente para todos”.
Los exponentes disertaron en el marco de la conferencia-conversatorio «¿Qué hay de nuevo para el panel autoinmune y los anticuerpos antinucleares? Nomenclatura y algoritmos en el laboratorio», organizada por Referencia Laboratorio Clínico.
Referencia Laboratorio Clínico es un laboratorio clínico establecido en el 1983, al servicio de la salud y comprometido con la calidad.