La Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR) realizó una eucaristía en homenaje póstumo para el fenecido monseñor Amancio Escapa. Se realizó en el salón de conferencias de la Escuela de Educación Especial Dr. Jordi Brossa.
Amancio Escapa llegó a República Dominicana el 7 de diciembre de 1965 y se integró como profesor en el Colegio San Judas Tadeo. Fue nombrado párroco de la iglesia homónima en 1969, posición que ocupó hasta 1984. Fue naturalizado dominicano por el decreto 174-93, emitido por Joaquín Balaguer, el 16 de junio de 1993.
Desde su llegada al país, fue un abanderado de la obra de amor y solidaridad de la ADR junto a la presidenta y fundadora, Mary Pérez de Marranzini.
«Monseñor Escapa fue un apoyo constante a Rehabilitación, sus misas y sus mensajes cada aniversario inspiraban a seguir trabajando por los demás. Existía un verdadero afecto entre él y mi madre, a tal punto que cuando, ya muy enfermo, mi hermano Alfredo lo visitó, le dijo “cuiden mucho a la viejita”, manifestó Celso Marranzini, primer vicepresidente de la Junta Directiva Nacional de la entidad.
Expresó, además que «siempre se reía conmigo y me decía muchacho tremendo, cuando le decía que era mi cura querido. Compartía con él siempre en las reuniones que se hacen cada cierto tiempo en la Universidad Católica Madre y Maestra y la Conferencia del Episcopado”.
