Santo Domingo.- Desde el 2011 hasta el 2020, en la República Dominicana se registraron más de 8,000 casos de paludismo o malaria, de los cuales fallecieron 39 personas. En tanto que en los primeros tres meses de 2021 se presentaron 67 casos y no se registró fallecimiento.
En este país hasta el 2013 la malaria fue predominantemente rural, y es a partir del 2014 que representó un problema de salud pública en el área urbana. Del 2014 al 2018 fueron reportados 2,793 casos.
En los últimos 10 años le enfermedad ha mostrado una tendencia a la baja tanto en la cantidad de infectados como de fallecimientos. El año que más casos registra en esa década es 2011 con 1,616; seguido por el 2019 con 1,271.
En los demás años la cantidad de casos no llega a los mil, siendo 2017 el que menos presenta con 398 y el 2014 con 486.
En 2012 se presentaron 952 casos de malaria; 579 en 2013; 486 en 2014; 661 en 2015; 740 en 2016; 398 en 2017; 480 en 2018; 1,271 en 2019; y 822 en 2020.
Le puede interesar:
España destina 27.5 millones para vacunar de malaria y covid en países pobres
Una información de Diario Libre señala que, en cuanto a los fallecimientos por esta enfermedad, el 2011 es el año con más cantidad con 10, cifra que ha ido en descenso cada año con excepción de 2019. Así en 2012 se registraron 8 fallecimientos; 5 en 2013; 4 en 2014; 3 en 2015; 2 en 2016; 1 en 2017; cero en 2018; 4 en 2019; 2 en 2020 y ninguno en los tres primeros meses de 2021.
Al respecto, el infectólogo y director del hospital pediátrico Robert Reid Cabral, Clemente Terrero, sostuvo que es posible lograr la meta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para erradicar el paludismo siempre que el país mantenga medidas de control del vector.
Día del Paludismo
Al celebrarse este 25 de abril el Día Mundial del Paludismo, el cual fue oficializado por la OMS en 2007, hay que recordar que este padecimiento es causado por parásitos del género Plasmodium, que se transmiten a las personas por la picadura de un vector infectado, el mosquito Anopheles.
Con el objetivo de poner de relieve la necesidad de que los gobiernos inviertan continuamente en la prevención y el control del paludismo o malaria, se hace necesario que organismos e instituciones afines a lucha contra esa enfermedad creen campañas para tales fines.
Es una enfermedad prevenible y curable, pero que mata al año entre 700,000 y 2,700,000 personas, de los cuales más del 75% son niños en zonas endémicas de África, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La mayoría de los contagios se producen por picaduras de mosquitos y cada año se presentan 396 millones de casos de paludismo en el mundo, pues a pesar de que es una enfermedad prevenible y curable, también puede ser mortal si no se trata a tiempo.
Los síntomas son muy variados, empezando con fiebre, escalofríos, sudoración y dolor de cabeza. Además, los afectados pueden presentar náuseas, vómitos, tos, heces con sangre, dolores musculares, ictericia, defectos de la coagulación sanguínea, shock, insuficiencia renal o hepática, trastornos del sistema nervioso.
El diagnóstico y el tratamiento oportuno atenúan la incidencia de la enfermedad, reducen sus efectos mortales y contribuyen a prevenir su transmisión.
A pesar de que a nivel global se está aplicando la vacuna del Covid-19, la OMS señala que es fundamental mantener las actividades de prevención, detección y tratamiento.
Entiende igualmente que se deben aplicar las mejores prácticas disponibles, al tiempo que se protege a los profesionales sanitarios y a las comunidades de la transmisión del coronavirus.
Las picaduras de mosquitos son la causa más común del paludismo, pero también se puede transmitir a una persona que recibe sangre u órganos de un donante infectado.
Cero paludismo al 2030
En 2021, y para esta fecha, la OMS celebró los logros de una veintena de países que ya han erradicado el paludismo, o los que están muy cerca de llegar a la meta de cero malaria al 2030.
En un informe acerca de los países que han erradicado casi por completo la malaria, la OMS afirma haber identificado 25 países con posibilidades de erradicar la malaria o paludismo en los próximos cinco años, a pesar de la carga añadida del Covid-19 y la resistencia a los medicamentos antimaláricos.
El grupo incluye a 17 países que, aunque no cumplieron el objetivo de eliminar la enfermedad al 2020, se unirán a la nueva iniciativa E-2025 y recibirán apoyo especializado y orientación técnica con el objetivo de eliminar la enfermedad para 2025.
Entre estos países se encuentran Guatemala, Honduras, Panamá y República Dominicana. En América Latina, El Salvador se convirtió en el primero de la región en eliminar la enfermedad al ser declarado libre de paludismo por la OMS a principios de 2021.
“No importa la carga de malaria que tengas en tu país, hay un camino que se puede recorrer y la última etapa de ese camino será la eliminación de la malaria”, señaló Pedro Alonso, director del Programa Mundial de Malaria de la OMS.
Le puede interesar:
Día de la Lucha contra el Paludismo en América
La inversión
El documento Acción e Inversión para vencer la Malaria 2016-2030 (AIM): por un Mundo Libre de Malaria, se basa en el éxito del primer Plan de acción mundial contra la malaria: por un mundo libre de malaria 2008-2015 y sirve no sólo de llamado sino también como guía para la acción colectiva para todos aquellos comprometidos en la lucha contra el paludismo.
La Estrategia técnica mundial contra la malaria, de la OMS, ha calculado que los costos para lograr los objetivos contra la malaria para 2030 son de 101,800 millones de dólares, con un costo adicional de 673 millones de dólares anuales para financiar la investigación y el desarrollo en materia de malaria.
Cada caso de malaria cuesta a los hogares al menos 2,67 dólares (intervalo entre 0,34 y 7,66 dólares) en gastos directos. En los adultos, supone una media de 3,4 días (intervalo entre 2 y 6 días) de productividad perdida, con un costo indirecto adicional mínimo de 10,85 dólares.
Como resultado, muchas caridades y organizaciones como la OMS son optimistas que con la coordinación y el apoyo de gobiernos internacionales, un mundo libre del paludismo es posible.
Por Eladio Pichardo