Santo Domingo.- A pesar de que la mayoría de la gente está clara de que ser donante de órganos no es correr riesgo, sino ayudar a otros a vivir o mejorar su calidad de vida, República Dominicana permanece en pañales en esa práctica.
A propósito de la celebración este 14 de octubre, como cada año, del Día Mundial de la Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes, la realidad es que, en los últimos diez años en el país se han registrado 368 donaciones de donante vivo y 317 procedentes de donantes cadavéricos.
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Aunque parezca un poco cruel si se compara con cifras internacionales, los años de mayor impacto en donación y trasplante en el país fueron 2014 en el cual se alcanzó el lugar 45 y 2019 con el puesto 36 de los 193 países inscritos al Observatorio Mundial de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, órgano de la OMS-OPS gestionado por la ONT de España.
Estos números demuestran que República Dominicana carece de iniciativas que inciten a la donación de órganos y su importancia. Sin dejar de lado la loable labor del Instituto Nacional de Coordinación de Trasplantes, que dirige el doctor Fernando Morales Billini, institución que realiza charlas en universidades, iglesias, escuelas, clubes sociales, instituciones, presencia en las redes sociales con publicaciones motivacionales, colocación de afiches, distribución de material promocional y otras actividad, que han tenido buenos resultados, pero insuficientes para empujar las cifras.
La institución cuenta con el respaldo de medios de comunicación que hacen que la ciudadanía dominicana tenga conocimiento de la importancia de este tema.
En tal sentido, el INCORT, considera que en la población dominicana se hace necesario seguir fomentando una cultura de donación de órganos y tejidos para que la sociedad vea como un hecho natural la donación después del fallecimiento.
Entiende que esto ayudaría a dar respuesta a miles de dominicanos que esperan de la donación de un órgano o tejido para mejorar su calidad de vida o poder seguir viviendo.
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La actividad de donación y trasplante en el mundo sufrió un importante descenso el pasado año como consecuencia de la pandemia de Covid-19, según reportes de Registro Mundial de Trasplantes que gestiona la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
De acuerdo con los datos, en 2020 se efectuaron 122 mil 341 trasplantes en los 82 países que han participado en esta edición de la Newsletter Transplant del Consejo de Europa. De ellos, 76 mil 397 fueron trasplantes de riñón (30 por ciento de donante vivo), 30.275 de hígado (18 por ciento de donante vivo), 7.840 de corazón, 5.765 de pulmón, 1.910 de páncreas y 151 de intestino..
Estos trasplantes fueron posibles gracias a 34.739 donantes fallecidos, a los que se suman 28.635 donantes vivos (23.153 de riñón y 5.482 de hígado).
En tal sentido, la actividad mundial de trasplantes se redujo en un 18 por ciento con respecto a 2019. El trasplante cardíaco fue el que mejor resistió el envite de la pandemia, con un 8 por ciento de descenso.
El número de donantes fallecidos disminuyó un 13 por ciento, mientras que el de donantes vivos lo hizo en un 32 por ciento.
La disminución global de la actividad se produjo fundamentalmente durante la primera ola de la Covid-19, con una posterior recuperación de los programas en la mayoría de países.
A pesar de los efectos de la crisis sanitaria producida por el coronavirus, España se mantiene en 2020, y ya son 29 años de manera consecutiva, como líder mundial en donación, con una tasa de 38 donantes por millón de población.
También, el Programa Nacional de Donación y Trasplante experimentó una disminución significativa en el número de donantes y trasplantes producto de la crisis sanitaria generada por la pandemia, lo que provocó el cierre transitorio de los programas de trasplantes ante la pérdida de un circuito libre de covid-19 en los centros de salud necesarios para el desarrollo de la actividad trasplantadora del país, según reportes ofrecidos por el INCORT.
Estadísticas de Estados Unidos confirman que en el pasado 2020 en ese país se realizaron 39 mil trasplantes.
La donación es tan importante, que cada donante puede salvar 8 vidas y mejorar 75 más. Unas 17 personas mueren cada día esperando un trasplante de órganos y Cada nueve minutos otra persona se suma a las largas listas de esperas.
El Día Mundial de la Donación de Órganos, Tejidos y Trasplantes es una fecha instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el propósito de incentivar en todas las personas del mundo el querer ser donantes para salvar la vida de otras personas menos afortunadas en la salud física.
A la fecha y muy a pesar de los avances en la ciencia y la tecnología, persisten muchas creencias que impiden a los individuos pensar en la donación, por bonito que suene el hecho de convertirse en héroe para alguien más que para un padre o un hijo.
Una de las principales barreras es el miedo a correr algún tipo de riesgo luego del procedimiento.
Sin embargo, muchas familias afirman que saber que su ser querido ayudó a salvar o mejorar otras vidas los ayudó a sobrellevar la pérdida.
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Los órganos que se pueden donar incluyen: órganos internos: riñones, corazón, hígado, páncreas, intestinos, pulmones.
El estilo de vida de las personas determina si podrá donar o no, ya que se requieres de vida sana para mantener órganos y tejidos sanos.
Quienes no pueden donar: individuos con cáncer u otras enfermedades degenerativas, no son aptos para donar sus órganos y los médicos están en la obligación de rechazarlos, a menos que esos órganos y tejidos sean para el estudio de la enfermedad.
La donación de puede ser de pacientes vivos o cadavéricos: un donante vivo es aquella persona sana que efectúa la donación en vida de órganos (un riñón o segmentos de hígado o páncreas) y de tejidos (células sanguíneas) para ayudar a alguno de sus familiares o de buena voluntad a alguien que lo requiera (donante vivo no relacionado), con previo consentimiento informado sobre el procedimiento que se le va a realizar.
Este tipo de donante puede ser familiar hasta 4to grado, por ejemplo: padres, hermanos, hijos adultos, primos, abuelos, conyugue del paciente que requiere el trasplante.
En la República Dominicana las donaciones de vivos no relacionados deben ser autorizadas por el Consejo Nacional de Trasplante según estipula la Ley 329-98.
El programa de trasplante de donante vivo se inicio en República Dominicana en el año 1987.
Mientras que, para ser donante cadavérico, la persona debe comunicar a su familia su voluntad de ser donante de órganos y tejidos, y llegado el momento, la familia será consultada y la misma tomará la decisión de donar los órganos y tejidos.
En la donación cadavérica de órganos es necesario que la persona fallezca en una unidad de cuidados intensivos conectada a un ventilador, lo que permitirá que los órganos después de la muerte, se mantengan óptimos para el trasplante.
A este posible donante se le realizará una serie de pruebas de laboratorio e imágenes para descartar cualquier enfermedad tumoral o transmisible. Una vez comprobado que no exista ninguna contraindicación para la donación se procede a realizar la entrevista para la solicitud de la donación a los familiares.
Posteriormente, antes de realizar el implante de órganos a los diferentes receptores, se procederá a realizar las pruebas de tipificación y compatibilidad entre el donante y el receptor, y si son compatibles se procederá a realizar el trasplante.
En busca de protección social, el INCORT, en conjunto con otras instituciones, sometió la propuesta de inclusión a la Seguridad Social, la cobertura de los diferentes trasplantes de órganos, lográndose mediante las resoluciones 375-02, 431-02 y 457-05 la cobertura del trasplante renal.
En cuanto a la cobertura de los procedimientos para el trasplante hepático, cardiaco, medula ósea y páncreas, el INCORT elaboró nuevamente una propuesta para la cobertura de dichos tratamientos, la cual fue enviada al Consejo Nacional de la Seguridad Social, pero hasta el momento los pacientes que padecen de enfermedad hepática, cardiaca, pancreática terminal, y de medula ósea, y que necesiten de un trasplante, no están cubiertos por el plan básico de salud.
La personas que necesitan de un trasplante son aquellas que sufren un daño irreversible de su función en uno de sus órganos vitales (corazón, hígado, pulmón, intestino, páncreas y riñón) o tejidos y que no es reparable mediante medicamentos u otro tipo de tratamiento quirúrgico convencional.
En la República Dominicana unos 2000 pacientes nuevos cada año sufrirán de una enfermedad renal terminal, Alrededor de 700 pacientes necesitarán al año un trasplante hepático; 300 pacientes de un trasplante cardíaco y más de 8000 un trasplante de córneas.
En la actualidad se dializan alrededor de cuatro mil 265 pacientes en el país, tres mil 309 lo hacen por el método de hemodiálisis y 956 la diálisis peritoneal.
Desgraciadamente la mortalidad por enfermedad orgánica terminal es de alrededor 3000 pacientes al año.
El trasplante ha sido considerado uno de los más grandes avances en la medicina no sólo por el papel de la recuperación de la salud, sino por la mejoría en la calidad de vida de personas con enfermedades crónicas o terminales por falla de algún órgano.
Los pacientes trasplantados con rehabilitación desarrollan una vida normal, con bienestar físico, psíquico y social, con actividades diarias normales y autopercepción de normalidad.
Unos de los casos recientes de trasplante de órganos más sonados fue el de Selena Gómez, actriz y cantante, quien tuvo que frenar su carrera en ascenso por enfermedad lupus. La joven logró sobrevivir, debido a un gesto de su mejor amiga Francia Raisa, quién decidió donarle uno de sus riñones y así alarga la vida de la cantante.
El carnet de donantes puede solicitarse, a través de la página web www.incortrd.com el cual tiene un valor testimonial que confirmará las intenciones en el momento del fallecimiento y facilitará a la familia la toma de decisión.
Por Gabriela Mora
