San José.- La pandemia que se vive actual no solo en Costa Rica sino en el resto del mundo, producto del Covid-19 deja en evidencia la importancia de que los países mejoren sus sistemas de salud.
En virtud de la pandemia, se evidenció la falta de atención a la salud mental en las poblaciones, es por ello que se considera oportuno aprovechar este momento para que las autoridades y sociedades médicas atiendan los trastornos mentales.
La salud mental se define como el estado de equilibrio entre las personas y su entorno socio-cultural. Sin embargo, la estigmatización ha ocasionado que no se le preste atención a garantizar el bienestar mental de las personas, desencadenando trastornos mentales y en algunas ocasiones el suicidio.
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Al participar en el Foro de Salud “Innovación para la nueva normalidad” organizado por Forbes Centroamérica y República Dominicana, Ana Simó, presidenta del Colegio Dominicano de Psicólogos, explicó que la falta de presupuesto para atender la salud mental es un factor determinante para no atender a la población afectada ni crear campañas en el materia.
“República Dominicana pertenece al 7.5% de países con un presupuesto en salud mental inferior al 1% de la región. Eso nos lleva a entender la razón por la cual no se hacen campañas de educación y porque en los hospitales y regiones alejadas del área metropolitana no hay acceso a salud mental”, señaló.
Enfatizó que desde los gobiernos se debe trabajar en políticas públicas, pero resaltó que la familia juega un papel fundamental para el bienestar mental: “Insólitamente la pandemia evidenció la salud mental. Con el distanciamiento físico vinieron soledades, el estar más tiempo con la familia y hasta pensar en la muerte”, dijo.
Citó que la Organización Mundial de la Salud dio a conocer qué hay más de 300 millones de personas que padecen depresión en todo el mundo, y 260 millones de personas con ansiedad. Aclaró que tras la pandemia ese dato puede elevarse.
“Lamentablemente en República Dominicana se registraron 442 suicidios en 2020, lo cual es alarmante”, indicó.
En ese sentido, mencionó que las mujeres son las que tienen mayor carga de depresión por las brechas de desigualdad, mientras que el mayor número de suicidios los comenten los varones.
Reiteró que es necesaria la voluntad de los gobiernos y las familias para permitir a los profesionales de la salud hablar abiertamente de la salud mental sin que sea estigmatizada.
“La salud mental es un equilibrio. Los humanos vivimos injusticias y tenemos que vivir momentos de dolor, pero es necesario saber manejar esas situaciones, confrontarlas y vivir la resiliencia”, concluyó.
