Nueva York.- Algunos inmigrantes que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos podrán recibir autorización para impartir clases y practicar medicina en el estado de Nueva York, luego de que la junta de licencias votó a favor de aceptar solicitudes de aquellos que llegaron al país siendo menores de edad.
«Son estadounidenses en todos los sentidos, salvo en su estatus migratorio», dijo la Comisionada de Educación, MaryEllen Elia, luego de que la Junta de Regentes oficializara la permanencia de las regulaciones el martes en Albany. «Han hecho todo bien. Trabajaron duro en la escuela, algunos sirvieron en el ejército».
Elia y la Canciller de Regentes, Betty Rosa, señalaron que dicho acto abrirá nuevas oportunidades para miles de personas que cuentan con el estatus del programa de suspensión de deportaciones conocido como DACA, que fue implementado en junio de 2012 por el gobierno de Obama para otorgarle a los beneficiados el derecho legal a trabajar en Estados Unidos.
Sin embargo, en Nueva York el estatuto estatal limitaba las licencias profesionales a ciudadanos estadounidenses o personas con estatus migratorio legal. La nueva política abre el proceso de licencias para los beneficiarios de DACA en caso de que cumplan con todos los requerimientos educativos para una licencia profesional.
California, Florida y Nevada también han relajado sus restricciones para la emisión de licencias profesionales. El fiscal general, Eric Schneiderman, dijo que la acción de los regentes, que entra en vigor el 1 de junio «es otro paso crítico rumbo a la reparación de nuestro dañado sistema migratorio».
Los partidarios de la medida señalaron que los candidatos, que a menudo son bilingües, pueden ayudar a cubrir la escasez de maestros, proveedores de servicios y líderes escolares bilingües, y recortar el tiempo de espera que enfrentan las familias de personas que aprenden inglés, en lo referente a evaluaciones psicológicas y de dominio del idioma, así como en la prestación de servicios.
Un periodo de comentarios públicos posterior a la aprobación de las regulaciones en febrero generó varios puntos en contra. Algunos señalan que los regentes debieron haber agilizado en primera instancia el proceso de licencias profesionales para los cónyuges de militares, mientras que otros creen que los inmigrantes que están ilegalmente en el país no deberían recibir permiso para enseñar, dado que hay maestros nacidos en Estados Unidos que no tienen empleo.
«¿Por qué a las personas que están ilegalmente en Estados Unidos se les otorgan los mismos derechos y privilegios de quienes residen legalmente en el país?», preguntó una de las personas que emitió sus comentarios.
La política federal está dirigida a quienes ingresaron al país antes de tener 16 años de edad y que han estado en el país ininterrumpidamente desde 2007. No confiere un estatus migratorio legal, pero les evita la deportación y les otorga a los residentes elegibles acceso a cosas como un empleo legal y, en algunos lugares, a tarifas preferenciales en universidades estatales.