Sobre el hospital de San Nicolás de Bari

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Santo Domingo.-La ciudad de Santo Domingo, entre tantas primacías tiene la del Primer Hospital de América.

Este hospital se inicia con las labores que en el sitio donde hoy se encuentra la Iglesia de la Altagracia ejecutaba una señora. Esta señora, cuyo nombre no conocemos, se dedicaba a recoger enfermos y menestorosos y acogerlos y cuidarlos.

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A la llegada a la Isla de Fray Nicolás de Ovando, en 1502, emprendió la tarea de edificar construcciones necesarias para la vida cotidiana, y fundó y ordenó construir una edificación algo mejor, para oficiar eventos religiosos y cuidar de los enfermos.

Esa construcción era de estructura endeble pero funcional. La fecha de la fundación es el 29 de noviembre de 1503, y se registró que se construyó con los fondos del Gobernador Ovando y de otros criados del Rey, así como alcaldes, regidores y vecinos de esta ciudad, según describió Fray Cipriano de Utrera, recogido por Erwin Walter Palm.

Lamentablemente en el año de 1586, el pirata Francis Drake, quemó todos los libros y archivos del Hospital, creando una nebulosa en muchos de los detalles de su fundación.

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Sabemos que en los primeros años se estableció un cofradía de donantes para el hospital que lo mantenían en sus labores básicas.

El Hospital tenía capacidad sólo de seis camas. En 1519 se inicia la construcción de una mejor edificación que Walter Palm describe como la “obra vieja”.

Hacia 1533 se hace necesario mejorar las obras y se prepara la reparación de las estructuras del Hospital en lo que se llamó la “obra nueva” y que se completó en 1552.

Esa construcción rodeaba la iglesia de la Altagracia. Ese hospital estaba edificado con piedras bien labradas, tapia y ladrillos.

En la segunda mitad del siglo XVI el hospital contaba con 50 camas, y allí se atendían anualmente unos 700 pacientes. Muchos eran marinos de los numerosos barcos que atracaban en la ciudad. Era un hospital fundado en torno a una orden religiosa, pero con carácter militar y de atención a toda la población civil y militar.

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Ese hospital fue el principal centro de salud de la ciudad de Santo Domingo desde 1553 hasta inicios del siglo XX.

Fue deteriorándose y restaurándose a lo largo de los siglos XVII y XVIII y en el siglo XIX, se encontraba en malas condiciones.

Tras la Independencia de la República, se hizo necesario repararlo y durante la anexión a España se le dio uso y se mejoró sus instalaciones. Pero un terremoto afectó sus deterioradas estructuras y hacia 1880 era casi una ruina.

En 1883 el gobierno de Ulises Hereaux, realizó un contrato con el doctor Guillermo de la Fuente, médico venezolano establecido en la ciudad, y propietario de la Casa de Salud La Nacional.

El doctor de la Fuente recibió el hospital en las condiciones en que se encontraba y se comprometió a repararlo y habilitarlo.

Recibiría por parte del gobierno la suma de 12 .45 pesos diarios para atención de hasta 10 pacientes pobres.

Se establecía además el pago de 40 centavos diarios por cada militar ingresado, y se acordó que a los oficiales se les daría el trato de acuerdo a su rango.

También se comprometía el doctor de la Fuente a recibir a los presos, quienes estarían en habitaciones cerradas y con la debida vigilancia. No se comprometía a aceptar pacientes enfermos de Lepra.

También podría el doctor de la Fuente, sub arrendar las áreas que no utilizaría. El contrato tendría una duración de nueve años, peo la muerte temprana y accidental del doctor de la Fuente frustró esos planes. (continuará.)

Por el doctor Herbert Stern, médico oftalmólogo e investigador.