Cuando la edad enfrió nuestra sangre y los placeres fueron cosas del pasado, el recuerdo más querido sigue siendo el último, nuestra evocación más dulce, los buenos actos realizados…
El dcotor Héctor Mateo, ha partido al cielo, lugar que regocijado le recibe por el alma noble que siempre en tierra le acompaño…
Para nosotros, sus discípulos, aprendices, colegas, amigos y más, la tristeza es inevitable. Saber que una persona que nos dio y nos enseño tanto ya no estará, la sensación de vació y desolación es ineludible.
Sus aportes al país y a la cardiología dominicana son la mejor muestra del ser humano que fue. Desde hoy su cuerpo no estará con nosotros, pero sus recuerdos siempre nos acompañaran.
Descansa en paz Maestro… Maestro por una inequívoca disposición del destino.
“En realidad la gente vive en la memoria de los demás. Si queremos asegurar un recuerdo amoroso, si queremos asegurar la realización de algo grande en nuestras vidas, entonces tenemos que amar, y amar ahora. Este es el secreto para superar el miedo a la muerte. Pero debemos amar hoy, ahora mismo, mientras tenemos la oportunidad. El valor de la vida no se mide por la duración, sino por la dedicación al amor”. Cita favorita del doctor Mateo.
Así expreso su pesar y resaltó los aportes a la cardiologia dominicana, la Sociedad Dominicana de Cardiologia, a través de su presidenta la doctora Carmen Encarnacion.