La Agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), suspendió los ensayos clínicos de trasplantes fecales, tras confirmar que dos pacientes sufrieron severas complicaciones por infecciones con bacterias resistentes a los medicamentos que estaban presentes en esa materia.
Uno de ellos, incluso, falleció, según reveló la FDA, por lo que la decisión de suspender estos procedimientos se mantendrá en tanto los investigadores que los realizan demuestren que cuentan con los protocolos y elementos necesarios para identificar que las heces donadas están libres de organismos peligrosos.
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El trasplante fecal es una técnica terapéutica que desde hace algún tiempo se utiliza para restablecer el equilibrio de las bacterias intestinales el personas que, por alguna condición, lo han perdido y han sido colonizados por microorganismos oportunistas y difíciles de erradicar.
El procedimiento, en esencia, consiste en tomar materia fecal de un donante potencialmente compatible e introducirla en el intestino del paciente en busca de que la flora intestinal normal empiece a crecer y erradique al invasor.
Según la FDA, si bien algunos trasplantes de estos han funcionado y han salvado la vida de personas, el procedimiento no ha sido aprobado sanitariamente y se considera aún en etapa de experimentación, lo que le obliga a seguir protocolos muy estrictos.
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En el caso de los dos pacientes que sufrieron complicaciones se conoció que padecían una inmunosupresión (sus defensas estaban muy bajas) y cuando la materia fecal donada fue trasplantada esta contenía un tipo de escherichia coli resistente a los antibióticos, que empeoró su situación.
Por lo anterior, la agencia sanitaria de Estados Unidos terminó por emitir una advertencia en la que alertaba que mientras no se apruebe un protocolo dicho procedimiento debe ser considerado riesgoso.
Los trasplantes de materia fecal, a pesar de ser llamativos, no son nuevos; tanto que algunos historiadores lo ubican desde el siglo IV cuando el médico chino Ge Hong trataba a las personas con diarreas imparables con algo que denominaba la “Sopa amarilla”, que no era otra cosa sino una dilución de materia fecal administrada vía oral.
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En la actualidad algunos estudios han demostrado efectividad para tratar personas con infecciones producidas por el clostridium difficile, que produce diarreas severas capaces de matar.
Eltiempo.com, destaca que este germen por lo general afecta a quienes han tenido alteraciones en el colon o pérdida de la población bacteriana por manejo con antibióticos, quimioterapia o diálisis, entre otras. En estos casos lo que se busca es trasladar la microbiota (bacterias normales del intestino) presente en la materia fecal de una persona sana de tal forma que se modifique el ambiente no solo orgánico sino inmunológico.