La radioterapia es una opción popular para tratar el cáncer y otras afecciones, en gran parte porque es mínimamente invasiva y permite a los pacientes reanudar rápidamente su vida normal.
Sin embargo, un problema es que la radiación puede afectar órganos sanos cercanos, particularmente cuando se administran altas dosis de radiación a tejidos enfermos en movimiento.
Si bien los movimientos regulares, como la respiración, son algo predecibles, los movimientos irregulares causados por las interacciones del órgano con los órganos vecinos pueden ser difíciles de predecir.
La capacidad de anticipar con precisión cómo se mueven los órganos durante el tratamiento con radiación es crucial para mejorar la eficacia de la terapia. Ahora, una nueva tecnología puede capturar imágenes transversales en tiempo real del área afectada y utilizarlas para crear movimientos tridimensionales (3D) de órganos.
Investigadores de la Universidad de Tsukuba (Ibaraki, Japón) han desarrollado una técnica innovadora para determinar el movimiento 3D de órganos en función de sus posiciones relativas con respecto a los órganos vecinos.
Esto se hace adquiriendo imágenes transversales (2D) en tiempo real del área objetivo desde tres orientaciones diferentes durante la radioterapia. Además, los investigadores han creado un sistema de selección de secciones transversales para seleccionar la imagen 2D más precisa para su posterior análisis.
El equipo de investigación validó su técnica utilizando datos de resonancia magnética de acceso público de 20 casos para evaluar la posición del páncreas. Al utilizar datos desde un solo ángulo, el error en la localización del páncreas fue de 5,11 mm.
Sin embargo, cuando se emplearon datos de los tres ángulos, este error se redujo drásticamente a sólo 2,13 mm. En algunos casos, la precisión fue incluso comparable a la que se lograría si se hubiera recopilado previamente información 3D.
Estos hallazgos podrían allanar el camino para protocolos de radioterapia diseñados para minimizar la exposición a la radiación de órganos sanos cercanos, lo que daría como resultado una radioterapia más segura.