Las células cancerosas evolucionan constantemente y se vuelven resistentes al tratamiento. A pesar de esto, los métodos de diagnóstico actuales, como las pruebas de imagen, los análisis de sangre y las muestras de tejido, ofrecen sólo vistas infrecuentes y limitadas de estos cambios.
Por lo tanto, los tratamientos existentes a menudo abordan el cáncer como si fuera una enfermedad estática. Ahora, un nuevo implante en miniatura capaz de monitorear continuamente el cáncer de un paciente y ajustar su dosis de inmunoterapia en tiempo real podría cambiar las reglas del juego.
Este dispositivo podría proporcionar datos en tiempo real del sitio del tumor, que luego podrían usarse para adaptar terapias más efectivas y específicas del tumor.
Un equipo de investigadores dirigido por la Universidad Rice (Houston, TX, EE. UU.) recibió una subvención de 45 millones de dólares de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada para la Salud (ARPA-H) para acelerar el desarrollo de una tecnología de implantes de detección y respuesta. eso podría reducir las muertes relacionadas con el cáncer en los EE. UU. a más de la mitad.
El grupo de investigación está compuesto por ingenieros, médicos y especialistas multidisciplinarios en biología sintética, ciencia de materiales, inmunología, oncología, ingeniería eléctrica, inteligencia artificial y otros campos que abarcan 20 laboratorios de investigación diferentes.
El equipo es conocido como THOR, que significa «regulación oncoterapéutica híbrida dirigida», mientras que el implante ha sido denominado HAMMR, abreviatura de «regulador híbrido de fabricación molecular avanzada». La subvención está destinada a acelerar el desarrollo y la prueba de este novedoso enfoque.
“En lugar de atar a los pacientes a camas de hospital, bolsas intravenosas y monitores externos, los investigadores utilizarán un procedimiento mínimamente invasivo para implantar un pequeño dispositivo que monitorea continuamente su cáncer y ajusta su dosis de inmunoterapia en tiempo real.
Este tipo de «terapia de circuito cerrado» se ha utilizado para controlar la diabetes, en la que un monitor de glucosa se comunica continuamente con una bomba de insulina. Pero para la inmunoterapia contra el cáncer, es revolucionario.
El acuerdo cooperativo THOR incluye financiación para un ensayo clínico de primera fase de HAMMR para el tratamiento del cáncer de ovario recurrente. Está previsto que la prueba comience en el cuarto año del proyecto de cinco años y medio de THOR.
«La tecnología es ampliamente aplicable para los cánceres peritoneales que afectan al páncreas, el hígado, los pulmones y otros órganos», dijo el bioingeniero de Rice, Omid Veiseh, investigador principal del acuerdo cooperativo ARPA-H.
“El primer ensayo clínico se centrará en el cáncer de ovario recurrente refractario, y el beneficio de ello es que tenemos un ensayo en curso para el cáncer de ovario con nuestra tecnología de ‘fábrica de fármacos’ de citoquinas encapsuladas.
Podremos aprovechar esa experiencia. Ya hemos demostrado un modelo único para pasar del concepto al ensayo clínico en cinco años, y HAMMR es la próxima versión de ese enfoque”.