Santo Domingo. – Todo paciente que ha recibido tratamiento contra el cáncer debe acudir al cardiólogo.
Esto así por la toxicidad de las terapias para curar o mejorar la condición oncológica de los enfermos.
Así lo aseguró la presidenta del Consejo de Cardioncología de la Sociedad Dominicana de Cardiología, quien asegura que lo ideal es que, antes de recibir tratamiento oncológico, el cardiólogo revise las terapias para preparar un esquema que minimice el impacto de los tóxicos.
La doctora Rosanna Aguasanta puntualiza que la quimioterapia que reciben los pacientes es altamente tóxica y afecta la función cardiovascular.
La enciclopedia libre Wikipedia define la cardiotoxicidad como un año al tejido cardíaco causado por la exposición a ciertos agentes, como algunos fármacos o radiaciones, y que puede provocar insuficiencia cardíaca, arritmias, miocardiopatía o pericarditis.
La doctora Aguasanta refiere que las drogas con las que se trata el cáncer son muy tóxicas y afectan negativamente el corazón.
“Los pacientes reciben tratamientos con muchas drogas y unas más que otras son cardiotóxicas; los cardiólogos deben vigilar ese proceso”, comentó, entrevistada en el programa de youtube Doctoreando, del doctor José Castillo.
“El paciente oncológico es un paciente muy especial, el hecho de recibir ese diagnóstico es catastrófico. Involucra muchas aristas; por eso, ese paciente necesita mucho apoyo de un equipo multidisciplinario”, agregó.
Dijo que lo recomendable es que los oncólogos refieran a pacientes antes de iniciar su tratamiento para ver el estado del corazón y los factores de riesgos, si hay enfermedad de base u otros factores.
“Evaluamos los pacientes, vemos terapias qué recibirá y compensamos patologías cardiológicas para que el paciente esté en mejores condiciones de asimilar mejor el tratamiento”, agregó.
Observó que la cardiotoxicidad no se puede evitar, pero sí se puede disminuir para que afecte lo menos posible en la función cardiovascular.
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