Ciudad de Panamá.- Las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) anunciaron sobre el fallecimiento de otras tres personas por complicaciones asociadas el virus de influenza AH1N1, llegando a diez el número de víctimas fatales en 2016.
De igual forma, se informó que se han registrado 379 casos de hospitalización por este virus, de los cuales 35 corresponden a salas de cuidados intensivos, 14 de ellos en instalaciones de la Caja de Seguro Social y 21 en instalaciones del Minsa.
Sin embargo, se desconoce si la situación que en 2016 se registra puede ser peor. En enero pasado, SaludPanama.com conversó con el Director del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) sobre los casos que apenas comenzaban a registrarse en el país.
En ese momento, Sosa señaló que el ICGES se encontraba estudiando la estructura genética del virus presente en los casos de Panamá y algunos de la región, para saber si el mismo era idéntico al que ha circulado durante estos años, Asimismo, se encontraba estudiando el virus vinculado con la vacuna actual. Para entonces, no había encontrado cambios importantes en la cepa del virus.
«El registro de AH1N1 podría ser peor si la cepa del virus es diferente y si de verdad hay un cambio significativo, del que no pueda protegerse con la vacuna, y hay un incremento en la mortalidad de la enfermedad, lo que nos queda son las medidas de protección de contagio como lo es el lavado de manos y distanciamiento social», habría declarado en ese momento.
Tras el aumento significativo de los casos de influenza AH1N1 y de fallecimientos, contactamos nuevamente al doctor Sosa para conocer el estatus de las investigaciones que lleva el ICGES sobre la materia y cuáles son las evaluaciones y pronósticos de esta institución sobre la situación actual.
«Lo que hemos observado en este inicio de temporada de influenza es un conglomerado de casos más severos y un número relativamente alto de defunciones. Esto ya fue observado en el hemisferio norte hace unos meses con la actividad de influenza H1N1 durante el invierno, y se está viendo en otros países de Sudamérica», comenta el director del ICGES.
Afirma que hasta el momento no se sabe si este comportamiento es explicado por algún cambio en el virus o si sólo se trata de una temporada dura de influencia asociada a la cepa pandémica H1N1, pero sin ningún cambio importante en el virus.
Explica, además, que normalmente los virus de influenza cambian algo de año a año y es lo que se conoce como deriva antigénica (antigenic drift, en inglés).
«En las próximas semanas sabremos si ha ocurrido alguna modificación viral importante Lo más importante en estos momentos es implementar medidas probadas de control como la vacunación (especialmente de los más vulnerables), medidas higiénicas como el lavado de manos frecuente, cubrirse al toser, distanciamiento social», precisa.
«Hay estudios que demuestran que aunque el virus haya cambiado un poco, y sea en alguna medida diferente a la cepa de la vacuna, la misma sigue ofreciendo protección suficiente como para justificar su aplicación», resalta.