Los resultados de esta investigación aparecen publicados en el 'Journal of the American College of Cardiology', después de que hace unos meses se publicaran los beneficios a corto plazo del uso de este fármaco en pacientes infartados que lo recibieron durante su traslado al hospital en ambulancia.
Entonces, vieron como estos pacientes tenían una cantidad de músculo cardiaco necrosado mucho menor que los pacientes que no recibieron el fármaco.
Y en este nuevo estudio, se ha visto que la proporción de pacientes con una función contráctil del corazón severamente deteriorada es mucho menor en el grupo que recibió metoprolol (un 60% menos), mientras que también se ha observado que la tasa de reingresos por insuficiencia cardiaca crónica se reduce de manera muy importante.
Y de forma "llamativa", este tratamiento agudo inicial con metoprolol también fue capaz de reducir de forma masiva la necesidad de implantar un desfibrilador automático implantable.
Para ello, utilizaron la resonancia magnética para evaluar el efecto a largo plazo del uso de este fármaco en 202 pacientes de Madrid, Galicia, León y Cantabria que fueron asignados aleatoriamente a recibir o no metoprolol en la ambulancia.
"La posibilidad de reducir de forma tan importante los casos de insuficiencia cardiaca crónica (con todos los tratamientos y reingresos que conlleva) con una terapia muy barata es algo de puede derivar en un ahorro tremendo para los sistemas sanitarios en toda Europa", ha asegurado Borja Ibáñez, jefe del Grupo de Imagen en Cardiología Experimental del CNIC y autor principal del estudio.
De hecho, una estimación inicial apunta a que si la mitad de pacientes con infarto en Europa se tratasen con este fármaco tan barato de manera precoz, el ahorro podría ser mayor a 10 billones de euros anuales sólo en tratamientos de insuficiencia cardiaca.
Estudio más amplio para confirmar tales beneficios.
Pese a estos datos, el director general del CNIC, el cardiólogo Valentín Fuster, reconoce que todavía ha de imperar la cautela ya que la terapia debe testarse en una población mucho más numerosa en toda Europa para poder confirmar que las estimaciones son reales.
Para ello, el grupo investigador que lideró este primer estudio está ya preparando un nuevo ensayo clínico con más de 3.000 pacientes en toda Europa que tendrá potencia para demostrar una reducción de mortalidad con esta terapia.
"Los resultados son muy prometedores y sin precedentes, pero la investigación clínica rigurosa requiere una corroboración en una población independiente", apuntan los autores, para lo que se está formando un consorcio europeo que contará con investigadores de prestigio en Bélgica, Holanda, Alemania, Francia, Dinamarca, Serbia, Polonia, Suecia y Reino Unido. "Debe ser un proyecto bandera de nuestro país que refuerce el liderazgo internacional de España en las enfermedades cardiovasculares", ha añadido Ibáñez.
Además, el estudio ha servido también para resaltar la importancia de los servicios de emergencias extra-hospitalarias, que son "el primer eslabón de la cadena de atención al paciente", ha añadido Vicente Sánchez-Brunete, médico del SUMMA112 y coinvestigador del estudio.
Fuente: www.pmfarma.com