Una nueva válvula bioprotésica (BHV, por sus siglas en inglés) proporciona características innovadoras diseñadas para mejorar el desempeño clínico durante el reemplazo de la válvula aórtica.
La válvula aórtica quirúrgica, en stent, de Medtronic (Dublín, Irlanda), Avalus, presenta un diseño supra-anular para ofrecer un desempeño hemodinámico excelente, destinado a limitar la regurgitación central; una valva montada en el interior y un marco diseñado para mejorar la durabilidad; un diseño de válvula de perfil bajo para una colocación más fácil; y un soporte de válvula aerodinámico que incluye una única liberación de un corte, con el fin de facilitar aún más la facilidad de implantación. Avalus también permite la realización de resonancias magnéticas (IRMI), sin restricciones.
“Medtronic está comprometida con el avance de su cartera quirúrgica para ofrecer a los cirujanos cardíacos una opción contemporánea para ayudar a satisfacer las necesidades individuales de esta población de pacientes”, dijo Rhonda Robb, vicepresidente y gerente general del negocio de Terapias de Válvulas Cardiacas en Medtronic. “A través de la colaboración con los cirujanos cardíacos principales de todo el mundo, esperamos ofrecer soluciones de reemplazo valvular cardíaco como la válvula Avalus para ayudar a expandir el acceso y mejorar los resultados para las comunidades clínicas y de pacientes”.
“Los elementos de diseño, demostrados, de la válvula Avalus fueron seleccionados pensando en los médicos y pacientes, tratando de mejorar la última generación de válvulas de tejido con stent, manteniendo el estándar de oro en la cirugía cardíaca”, dijo el cirujano cardiotorácico, Robert Klautz, MD, del Centro Médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos). “Basado en mi experiencia clínica temprana, los elementos de diseño únicos de la válvula Avalus la posicionan bien para satisfacer las expectativas de durabilidad de las nuevas válvulas de tejido y ayudar a facilitar la implantación en una amplia gama de anatomías de pacientes”.
Las BHV se hacen a partir de tejidos biológicos, lo que las hace más seguros al implante, funcionalmente similares a la válvula aórtica nativa, y no requieren terapia anticoagulante a largo plazo. Las BHV más comúnmente utilizadas se hacen a partir de válvulas aórticas porcinas y pericardio de ternera. El tejido de la válvula se cose sobre un stent de alambre metálico cubierto de tela, hecho de cobalto-níquel u otra aleación. Un tejido de dacron cubre el stent completo y se confecciona una falda de costura que se une a la base del stent de alambre.
Fuente: www.hospimedica.es