Quizás no tenga la concentración de llevar varios frentes al mismo tiempo o prefiere recolectar los granos de la cosecha uno por uno. Los generales aviesos a veces actúan así.
En la batalla contra el gobierno prefirió no cometer el error de Napoleón en su Waterloo, de enviar un general de confianza a cortar el paso al enemigo, y asumió personalmente la lucha. Ningún lugarteniente tiene más visión que el comandante.
Pero en esta segunda oportunidad en que la historia lo puso en la presidencia del Colegio Médico Dominicano (CMD), el doctor Waldo Suero, presidente del gremio, prefirió primero concentrar su artillería y los mejores dirigentes a la lucha contra el gobierno por mejor salario para todos los médicos del país.
Ahora, en tregua impuesta por la firma de un acuerdo del que los galenos salieron gananciosos, desempolva su casaca y pone las armas en línea para atacar las ARS y los órganos estatales y conciliatorios, como la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL).
Y la batalla la iniciará prontamente, cuando anuncie en rueda de prensa su plan de lucha por lograr que las ARS aborden mejores tarifas, no sean dueños del código único, desistan de las engorrosas glosas y otros puntos reclamados por los especialistas.
En esta ocasión se toma de la mano de las sociedades médicas especializadas, a las que había dejado de lado durante su primer año en la presidencia del Colegio Médico.
Por Ley, las sociedades médicas (que agrupan a los médicos con especialidades) están regidas por el Consejo Nacional de Sociedades Especializadas. Unas 49 sociedades están registradas en el gremio, sin contar sub subdivisiones no aprobadas por el CMD.
En una reunión reciente entre el gremio de los médicos y más de 30 presidentes de esas se tocaron tambores de guerra. Y Waldo cedió.
Los reclamos por mejores honorarios para los especialistas, la eliminación de la glosa (examen de expedientes y procedimientos médicos para proceder a los pagos) y la imposición del código único, algo parecido a un exequátur de Ley.
A principios de su presidencia tuvo sus traspiés. Empezó a hacer las cosas por su cuenta dejando a un lado las sociedades que agrupan los médicos especialistas. Eso le provocó una rebelión y reuniones sin su consentimiento, aplacadas con su asistencia e imprevisto en una de ellas en la que su látigo sacó ronchas, pero bajó el nivel de disidencia.
En esa reunión explicó a los galenos que su prioridad eran luchas generales con el gobierno, para lo cual pidió el apoyo de las entidades médicas inscritas en el Consejo Nacional de Sociedades Especializadas del CMD. Logró muy poco apoyo y el Consejo prácticamente se paralizó y se realizaron pocas reuniones con baja asistencia.
El nuevo escenario
Ahora el panorama es otro. Lo se espera es grande, tras contar Waldo Suero con un camino despejado. Ya negoció mejores salarios para los médicos en general en un diálogo de meses.
Es la segunda presidencia del doctor Suero en el gremio que agrupa a los más de 20 mil médicos graduados del país.
La primera la concentró en huelgas y paros, y esta segunda oportunidad planteó sus reales temprano: huelgas y paro hasta forzar a mejor salario.
Por Pedro Angel
