MADRID. – Un equipo de científicos ha desarrollado un nuevo dispositivo inteligente, basado en una batería de papel de 8 centímetros de largo por 4 de ancho, que facilita el diagnóstico de la fibrosis quística.
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Se trata de una especie de parche o apósito que se pega en la piel y que permitirá realizar la detección “mucho más temprana” de una enfermedad crónica y, en general, progresiva que normalmente se inicia durante la niñez.
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Esta enfermedad se caracteriza por afectar a las zonas del cuerpo que producen secreciones y por las infecciones e inflamaciones que provoca en zonas del pulmón, hígado, páncreas y sistema reproductor.
No hay cura, pero sí tratamientos para paliar alguno de sus efectos, por eso uno de los retos es lograr un diagnóstico temprano que “permita mejorar la calidad de vida de los pacientes y maximice las oportunidades de alargarla.
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Una nota publicada por noticiassin.com, indica el parche no es un dispositivo de diagnóstico directo, sino de cribado, es decir, que lo que hace es ofrecer “un nivel de alarma”.
Este dispositivo, si se puede usar de manera cotidiana en los hospitales, serviría por tanto para descartar cuanto antes esta enfermedad o en su caso para realizar una prueba que la confirme.
El equipo ya está explorando la viabilidad de este dispositivo para otras aplicaciones como el análisis del sudor en deportistas o en colectivos como el de bomberos con el objetivo de detectar deshidratación, y para medir el nivel de salinidad del agua de riego.