Cerca del 30% de los pacientes que se someten a cirugía colorrectal sufren complicaciones graves debido a la mala cicatrización de su barrera intestinal.
Las complicaciones anastomóticas causan inflamación, infección grave y recurrencia del cáncer.
Los investigadores han sabido que ciertas bacterias ayudan al desarrollo del cáncer colorrectal al producir toxinas que dañan las células del colon o al promover la acumulación de mutaciones en el ADN o la inflamación intestinal.
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Es por esto que, un equipo de científicos ha identificado ahora dos cepas bacterianas que afectan directamente si se produce o no una fuga anastomótica, más comúnmente conocida como fuga intestinal.
Para identificar estas dos cepas bacterianas y facilitar el modelado de grandes volúmenes de datos, los científicos del Centro de Investigación CHUM (CRCHUM, Montreal, Canadá) desarrollaron el Biorepositorio para Enfermedades Inflamatorias y Neoplásicas del Tracto Digestivo.
El biobanco de investigación contiene muestras de heces de pacientes ingresados por cáncer colorrectal que han dado su consentimiento para ser utilizadas con fines de investigación.
En un estudio prometedor, los investigadores demostraron por primera vez en ratones que la modificación de la flora intestinal antes de la cirugía puede reducir las complicaciones posoperatorias en pacientes con cáncer colorrectal.
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La modificación de la flora intestinal de los pacientes unos días antes de la cirugía mediante el uso de una mezcla de prebióticos y probióticos podría constituir la base de un nuevo enfoque terapéutico, según los investigadores.
Si dicho tratamiento se continúa durante varios días después de la cirugía, podría acelerar el regreso de los pacientes a una microbiota intestinal saludable, reducir su estadía en el hospital, mejorar sus posibilidades de supervivencia y mejorar su calidad de vida. Los investigadores ahora están llevando a cabo estudios adicionales para identificar otras bacterias asociadas con la fuga intestinal o la curación.
“En nuestro estudio, mostramos que dos cepas bacterianas detectadas en las heces de pacientes con este tipo de cáncer tienen efectos opuestos en la curación intestinal y, por lo tanto, en la recuperación”, dijo la autora principal Manuela Santos, profesora de la Universidad de Montreal. Alistipes onderdonkii kh 33, en su mayoría proinflamatorio, aumenta el riesgo de fugas, mientras que el efecto antiinflamatorio de Parabacteroides goldsteinii kh 35 favorece la cicatrización.
“El análisis de la microbiota intestinal de los pacientes nos mostró que la composición bacteriana difería dependiendo de la ocurrencia o no de fugas intestinales”, explicó Roy Hajjar, médico residente y primer autor del estudio, según https://www.hospimedica.com.
“Una vez que trasplantamos estos diferentes perfiles de microbiota a ratones, descubrimos que sus riesgos de complicaciones posoperatorias variaban mucho. En pocas palabras, la composición de lamicrobiota tuvo un impacto directo en sus posibilidades de recuperación”.