La recopilación de información precisa del paciente es la columna vertebral de la atención médica moderna. A través de la recopilación y el análisis continuos de datos, los proveedores de atención médica pueden desarrollar una comprensión integral de sus pacientes y, en consecuencia, tomar mejores decisiones.
La tecnología portátil en el cuidado de la salud se refiere a los dispositivos electrónicos que los consumidores pueden usar para rastrear sus datos personales de salud y estado físico.
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Ahora, el desarrollo de nuevos sensores de salud biodegradables tiene el potencial de revolucionar la forma en que experimentamos la salud personal y la tecnología de monitoreo del estado físico.
Científicos de la Universidad de Sussex (Brighton, Reino Unido) desarrollaron nuevos sensores de salud que pueden controlar la frecuencia cardíaca y la temperatura mediante el uso de elementos naturales como sal de roca, agua, algas y grafeno.
Los sensores son totalmente biodegradables debido a su composición de ingredientes exclusivamente naturales, lo que los convierte en una alternativa más respetuosa con el medio ambiente que los sensores de caucho y plástico de uso común.
Su composición natural también los coloca en el campo emergente de la electrónica comestible: dispositivos electrónicos seguros para el consumo.
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Es importante destacar que los investigadores han descubierto que sus sensores ecológicos basados en algas exhiben una sensibilidad superior en comparación con los hidrogeles y nanomateriales sintéticos existentes, comúnmente utilizados en dispositivos portátiles para el control de la salud. Esta sensibilidad mejorada puede proporcionar una mayor precisión en el control de los signos vitales.
Las algas marinas son un aislante eficaz. Sin embargo, al mezclar una cantidad crítica de grafeno con algas, los científicos lograron desarrollar una película eléctricamente conductora.
Al sumergir la película en un baño de sal, absorbe agua rápidamente, lo que lleva a la formación de un hidrogel suave, esponjoso y eléctricamente conductor.
Este avance tiene el potencial de revolucionar la tecnología de monitoreo de la salud, donde las futuras aplicaciones de sensores portátiles de grado clínico pueden parecerse a una segunda piel o tatuajes temporales: son livianos, fáciles de aplicar y seguros, ya que están hechos con ingredientes naturales, https://www.hospimedica.com/critical.
Como resultado, esta innovación podría mejorar significativamente la experiencia general del paciente, eludiendo la necesidad de instrumentos, cables y cables hospitalarios invasivos de uso más común.
“Para mí, uno de los aspectos más emocionantes de este desarrollo es que tenemos un sensor que es totalmente biodegradable y altamente efectivo”, dijo el científico principal, el Dr. Conor Boland, físico de la Universidad de Sussex. “Irónicamente, la producción en masa de tecnología de salud basada en caucho y plástico no sostenible podría representar un riesgo para la salud humana a través de microplásticos que se filtran en las fuentes de agua a medida que se degradan”.