La Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE), a través de un comunicado, manifestó su rechazo a la separación de los niños y sus padres que realiza Estados Unidos para controlar la inmigración en ese país.
“En los oídos de todos los latinoamericanos resuena la voz de la niña migrante guatemalteca que llora desconsolada llamando a su madre, al ser separada de ella en la frontera sur de Estados Unidos, símbolo del irreparable trauma producido en más de 2000 niños, niñas y adolescentes migrantes, procedentes de diferentes países de la región, expresó Alape, en un comunicado enviado a Resumen de Salud y que está firmado por los doctores José Brea y Ernesto Durán presidentes del Consejo Directivo y del Comité de Pediatría Social y Derechos del Niño, respectivamente.
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La organización rechaza la aplicación de la política “Cero tolerancia” del gobierno norteamericano, Donald Trump, que separa a los niños de sus familias.
“Las dantescas escenas de niños recluidos en instalaciones inadecuadas, en cajas de metal, mezclados con niñas y niños de diferentes edades y procedencias, rodeados de policías, hacen recordar las barracas de los campos de concentración nazis”.
Asegura que esas situaciones se constituyen una clara violación de la Convención de los Derechos del Niño y de todos los tratados internacionales de derechos humanos y de principios éticos esenciales.
“Como defensores de los derechos del niño, los pediatras de América Latina nos unimos a la valiente voz de los colegas de la Academia Americana de Pediatría, quienes desde principios del año pasado se han manifestado en contra de estas prácticas inhumanas”.
Sostienen que “como pediatras y como padres, nosotros, como tantos otros en nuestro país y alrededor del mundo, estamos horrorizados e iracundos de que los niños estén siendo separados de sus familias en nuestra frontera sur y puestos en áreas de detención”.
El comunicado expresa que “los niños están siendo utilizados como peones políticos en una batalla que sólo puede resultar en una posición perdedora para todos”.
Citan a la Revista Pediatrics, al agregar que “la ciencia ha demostrado los daños permanentes en la salud física y mental que produce en niños la separación de sus padres, la cual es mucho mayor si se hace de manera violenta”.
“Como pediatras que habitamos y laboramos en Latinoamérica sabemos que los niños y adolescentes migrantes, han padecido en sus países de origen la violencia, el hambre y la discriminación originadas en las grandes desigualdades que tenemos en nuestros países, a esto se añade el dolor de la separación de su tierra y de sus amigos, es absolutamente inhumano sumar a estos traumas el de la separación de sus familias”.
En ese sentido, la Asociación Latinoamericana de Pediatría, llamó a todos los gobiernos de la región a que se pronuncien en defensa de los derechos de los niños y adolescentes, hoy flagrantemente vulnerados en la frontera norte de nuestra región.
“Exigimos el respeto de los derechos de los niños y adolescentes migrantes que se encuentren en países de la región y en territorio estadounidense, así como el cese inmediato de los tratos crueles, inhumanos y degradantes a que han sido sometidos”.
