Estas enfermedades están creciendo de forma alarmante en la República Dominicana, con mayor incidencia en la región suroeste del país, especialmente en la provincia de Barahona, donde en una población de unos 15 mil habitantes hay confirmado unos 34 casos de los 44 registrados en todo el país.
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Así lo reveló un estudio realizado por la Asociación ENACH de España, organización sin fines de lucro que se dedica a la investigación de nuevos tratamientos para personas con Enfermedades Neurodegenerativas por Cúmulo de Hierro (ENACH), a la que ofrece tratamientos.
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El doctor José A. Sánchez Alcázar, investigador de la Enach y del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo, destacó que la frecuencia a nivel mundial es de uno por millón de habitantes y en República Dominicana es cuatro mil veces más frecuente.
Durante una entrevista con Resumen de Salud, el experto explicó que las enfermedades neurodegenerativas con acumulación cerebral de hierro es un tipo muy particular y poco frecuente en el mundo, por lo que hay que poner atención a la República Dominicana.
Les dejamos la entrevista:
“Según investigadores locales esta enfermedad en el país son miles de veces más frecuentes que en el resto del mundo debido a la endogamia y la marginación de las poblaciones.
“El hierro se acumula en las células anomalamente y provoca estrés óxidativo y la muerte de las neuronas.
“Es una enfermedad terrible progresiva que va deteriorando al paciente de forma continua y provoca disfagia, distonias que son contracturas o movimientos anormales que el paciente no puede controlar, epilepsias, problemas intelectuales y la muerte. Son enfermedades muy severas.
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“Al inicio de la enfermedad, el principal síntoma puede ser cualquier trastorno en el movimiento que tiene que ser visto por un especialista para que realice las pruebas específicas para el diagnóstico.
“Al principio sería la resonancia magnética para ver la acumulación de hierro en el cerebro y ofrecer el diagnóstico.
“Debe ser abordada por un personal especializado o unidades especiales en trastornos del movimiento.
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“La forma clásica se presenta antes de los diez años de vida. En la atípica se presenta más en el adulto y que es menos severa, pero que también lleva a la discapacidad progresiva.
Actualmente no hay tratamientos exclusivos precisos, pero en el grupo de investigación que dirijo estamos comprometidos a la búsqueda de soluciones terapéutica”.
Por Gabriela Mora
