Santo Domingo.- Cada temporada viene con su propio conjunto de alérgenos. El alergólogo e inmunólogo, David M. Lang, sostiene que durante el verano el polen de los árboles y luego de la hierba circula en el aire, ocasionando reacciones alérgicas en nuestros ojos, narices y gargantas.
El doctor Lang explica que la primavera y el verano no son las únicas épocas del año en las que las alergias estacionales proliferan, asegura que también depende de dónde viva en el mundo, qué hay en el aire a su alrededor y la salud de su sistema inmunológico.
El alergólogo expresó que, a pesar de que el sistema inmunológico trabaja para proteger su cuerpo de gérmenes y otros invasores extraños, este puede ser sobreprotector al identificar sustancias inofensivas como el polen, los ácaros del polvo, el moho y la caspa de las mascotas, provocando reacciones alérgicas que debe combatir.
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Explicó que cuando las temperaturas comienzan a subir, el polen de los árboles se libera en el aire y puede estar presente hasta el verano, causando comezón o lagrimeo en los ojos, estornudos y congestión nasal.
Precisó que, si desarrolla una alergia estacional, es probable que experimente síntomas en la misma época todos los años, debido a que su sistema inmunitario libera mediadores químicos (incluida la histamina) cada vez que reconoce un alérgeno como un invasor extraño.
Explicó que la histamina aumenta el flujo de sangre al área afectada y desencadena la inflamación, causando los síntomas familiares de la rinitis alérgica que incluyen: rinorrea, congestión nasal, estornudos, picazón en la nariz, los oídos, la garganta, ojos hinchados y llorosos.
El doctor Lang recomienda ante estas temporadas: cerrar las ventanas de su casa (y de su automóvil cuando conduce); usar aire acondicionado puede reducir en gran medida la cantidad de polen en el interior. También se recomiendan medicamentos, según evidencia de alta calidad, para ayudar a controlar los síntomas de la rinitis alérgica.
Además, vacunas contra la alergia, también llamadas inmunoterapia con alérgenos, que funcionan para disminuir su sensibilidad a ciertos alérgenos con el tiempo y reducir el nivel de los síntomas.
El alergólogo destacó que los remedios caseros también están disponibles, pero es posible que no sean tan efectivos como las terapias anteriores. Estos incluyen un filtro de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA), lavar la ropa de cama una vez a la semana, tomar una ducha caliente y alternativas como la acupuntura.
Asimismo, el especialista recomienda que, si experimenta síntomas que interfieren con su deseo de realizar actividades, interrupción del sueño o dificultad para dormir a pesar de las medidas de evitación y los medicamentos regulares, debe consultar a un alergólogo.
Por Elvys Minaya
