SACRAMENTO, California, EE.UU. Legisladores en California aprobaron el viernes una ley de emergencia para permitir que un hombre portador del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) reciba parte del hígado de su esposo —también portador del VIH— antes que la cirugía sea demasiado peligrosa, posiblemente dentro de unas semanas.
El gobernador demócrata Jerry Brown firmó expeditamente la legislación, la cual entra en efecto de manera inmediata.
El gobierno federal autorizó recientemente trasplantes de órganos infectados con VIH a pacientes que sean portadores del virus, pero seguía siendo ilegal bajo la ley de California y en más de otra decena de estados, un temor residual de la epidemia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) de las décadas de 1980 y 1990.
Pero desde entonces, los avances en detección han disminuido los temores sobre tejidos donados, y medicamentos antirretrovirales permiten ahora a los pacientes vivir durante décadas con VIH. La nueva ley de California allana el camino para que muchos pacientes portadores de VIH que esperan un órgano los reciban de gente viva o muerta con VIH. Para pacientes que deseen recibir un órgano infectado por VIH, el tiempo de espera podría ser reducido de muchos años a seis meses o menos.
Según detalla la prensa internacional, el Centro Médico de la Universidad de California, campus San Francisco, es uno de cuatro hospitales en Estados Unidos autorizados para trasplantar órganos infectados con VIH. El doctor Peter Stock, cirujano de trasplantes, dijo que espera realizar pronto la operación en el hombre y su esposo, cuyos nombres no fueron revelados, pero señaló que necesitará tiempo para exámenes y preparación.
Hay 65 pacientes portadores de VIH esperando trasplantes de riñón o hígado en el hospital, incluido otro hombre con necesidad particularmente urgente de un hígado. Ese hombre no tiene un donante vivo.
California tiene una de las listas de espera más largas en el país para recepción de órganos, y aumentar el suministro ayudará a todos, ya sean portadores de VIH o no, dijo el doctor Stock.
“Hay tanta gente desesperada en espera de órganos”, lamentó el cirujano. “La escasez de donantes es un enorme problema. Literalmente perdemos gente cada semana”.
El doctor Stock recibió una subvención en 1999 para trasplantar hígados y riñones sanos a pacientes con VIH. Cientos de pacientes con VIH han recibido ahora trasplantes de donantes no portadores de VIH, con tasas de éxito semejantes a trasplantes para personas no portadoras del virus de inmunodeficiencia humana, lo que sosiega la preocupación de utilizar fármacos inmunodepresores para evitar el rechazo de órganos en pacientes con sistemas inmunológicos comprometidos, señaló.
El presidente Barack Obama firmó en 2013 una legislación para permitir experimentos de trasplantes infectados con VIH, y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos aprobó el año pasado regulaciones de seguridad.