Santo Domingo.- Un informe reciente de la organización de ayuda humanitaria World Vision República Dominicana revela que los municipios Miches y Tamayo encabezan las comunidades de mayor tasa de embarazos en adolescentes en el país.
Con una población de 95 mil 883 hogares, donde viven adolescentes entre 12 y 18 años dentro de los diez programas municipales que apoyan a nivel nacional, la organización internacional mostró que un 10.9% de chicas en Miches y 9.5% en Tamayo, están o han estado en embarazadas, evidenciando con esto muchas de las carencias de la zona.
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Para este reporte, 3,200 adolescentes de las diversas zonas del país fueron encuestados; 1,630 de ellos revelaron que han sufrido algún tipo de relación abusiva, siendo equivalente al 51% de la muestra.
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El estreno sexual precoz o embarazo adolescente (con un 8%) matrimonio infantil (con un 2%) y abuso sexual (21%) encabezan la lista de los sub-indicadores evaluados.
World Vision destacó que, en Miches, el 42.7% de los encuestados vienen de familias monoparentales donde las madres lideran el hogar; el 4.3% de adolescentes vive con su esposo/a, siendo esta la tasa más alta de todos los municipios evaluados. El 11% vive con otro miembro de la familia; y el 1.6% vive solo/a.
En el caso de Tamayo (Ezequiel, como es conocido este programa de apoyo en la comunidad de Bahoruco) los casos de estudio fueron similares, arrojando que un 30% de adolescentes que conviven sólo con sus madres, el 14.8% con otros familiares y un 0.5% vive solo/a.
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Catalina Encarnación, especialista de Protección de la Niñez de World Vision, revela con pesar que el 72.8% de los adolescentes en Miches y el 69.3% en Tamayo (Ezequiel) han sufrido algún tipo de relación abusiva y de explotación sexual, por lo cual apoyar a estas comunidades será un punto de enfoque de la organización para contribuir a un cambio cultural y social que fomente la eliminación de la violencia contra la niñez.
En este orden, la organización continuará fortaleciendo la gestión de los diversos mecanismos de protección de la niñez, como son: los Directorios Municipales, Juntas Locales de Protección y Restitución de Derechos, así como la conformación de las Redes Locales de Protección, las cuales promueven, vigilan y permiten exigir los derechos vulnerados.
Capacitar, educar y empoderar a la comunidad en sus diversas etapas incidirá en la prevención de embarazos a temprana edad en las niñas y adolescentes de la comunidad, así como les facilitará nuevas herramientas para su desarrollo integral.
World Vision seguirá también sus capacitaciones sobre prevención de la violencia, derechos de la niñez, denuncias y referimientos de casos de abusos contra la infancia hacia las instancias de protección, así como implementará su metodología de “Crianza con Ternura”, la cual busca orientar y sensibilizar a las familias sobre los efectos negativos del castigo físico como método de disciplina.
“Este problema de embarazo en adolescentes es una problemática a nivel nacional que desborda la capacidad de una sola organización. Esto es un compromiso que requiere la atención y colaboración de todos los actores gubernamentales, sociedad civil, empresas y organismos de cooperación internacional”, enfatiza Encarnación.
El informe presentado por el organismo de ayuda humanitaria considera como relación abusiva diversos sub-factores tales como: trabajo infantil, abuso sexual, abuso físico, matrimonio infantil, trata de niños, estreno sexual precoz, embarazos en adolescentes, así como el uso de sustancias o drogas.
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Según los resultados de ENHOGAR-2018, el 33.1% de las adolescentes de 15 a 19 años, que estuvieron alguna vez embarazadas, no asistió a la escuela, colegio o universidad durante el embarazo de su primer hijo o hija, siendo en el 78% de los casos la principal razón para no continuar sus estudios. El valor de este indicador en la zona rural asciende a 36.5% y difiere del 32.2% de la zona urbana.
Otro de sus informes, del 2009-2010, reveló que el 33.2% de las adolescentes y mujeres jóvenes de las familias del quintil más pobre se habían embarazado antes de cumplir los 20 años, en comparación con el 11.6% en el quintil más rico. Del mismo modo, 42.7% de las adolescentes que se había embarazado no tenían instrucción o sólo había alcanzado algún grado del nivel básico.