Santo Domingo.- En República Dominicana cerca de cuatro mil pacientes dependan de hemodiálisis y unos mil de diálisis peritoneal.
La cifra la dio a conocer Eddis Castillo, presidente de la Asociación de Pacientes Renales Sendero de Vida, quien agregó que, estas condiciones en su mayoría se deben a la hipertensión y la diabetes; enfermedades que afectan un 37 y un 12 por ciento de la población, respectivamente.
Dijo que por estas causas hay una alta tasa de mortalidad, debido a situaciones que podrían se evitadas.
Le puede interesar:
República Dominicana con más de 4 mil pacientes en diálisis
Agregó que, se hace urgente que las autoridades sanitarias, los médicos, las unidades de atención primarias, las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), entre otras, asuman la responsabilidad de mantener una campaña sostenida de prevención de la enfermedad renal, para el diagnóstico precoz y un tratamiento más adecuado.
De igual forma, lamentó el aumento de pacientes, jóvenes de 18, 20 y menos años ya dependen ya de una máquina de diálisis para poder vivir.
Ofreció las declaraciones al anunciar una amplia campaña de prevención de la insuficiencia renal crónica, a propósito de la celebración, el segundo jueves de marzo, de la conmemoración del Día Mundial del Riñón.
Le pude iinteresar:
Hemodiálisis en el hogar una terapia no optimizada, según especialista
Informó que parte de la responsabilidad de la institución que dirige, es sensibilizar y crear conciencia en la sociedad sobre la importancia de los riñones, para fomentar hábitos de vida saludables, y prevenir las enfermedades renales, así como asumir la defensa de los pacientes de esa patología.
El activista de los derechos de los pacientes, mediante nota enviada a este medio, informó que desde antes y durante todo el mes de marzo, se agotará un calendario de actividades, que va desde charlas en las escuelas públicas, publicación de videos con artistas y otras figuras públicas que quieran apoyar la iniciativa, así como la distribución física de material en lugares estratégicos.
Por Gabriela Mora
