Veinticinco servicios de Emergencias y de Urgencias de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) obtuvieron buena nota en la evaluación de la oportunidad con que se brinda la terapia trombolítica a los pacientes con infarto agudo de miocardio elevado.
Se trata de una emergencia médica que ocurre cuando un coágulo de sangre (trombosis coronaria) obstruye una arteria. En estos casos se aplica el tratamiento antitrombótico consiste en la aplicación de un medicamento conocido como estreptoquinasa para mejorar el flujo sanguíneo al músculo cardíaco.
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Para que el corazón funcione correctamente la sangre debe circular a través de las arterias coronarias. Sin embargo, estas arterias pueden estrecharse lo que dificulta la circulación.
Si el corazón se expone a un sobreesfuerzo pueden aparecer trastornos y formar un coágulo que, a su vez, puede tapar una arteria semiobstruida, lo que interrumpe el suministro de sangre a las fibras del músculo cardiaco. Al dejar de recibir sangre estas fibras mueren de forma irreversible. Normalmente el infarto de miocardio no sucede de forma repentina.
Evaluación
En la evaluación de prestación de servicios realizada en 2018, se concluyó que las unidades alcanzaron la mediana de 30 minutos, indicó el doctor Fernando Nassar Guier, de la Dirección de Compras de Servicios de Salud (DCSS), quien es parte del equipo evaluador.
Nassar Guier comentó que “el resultado de la evaluación del desempeño en este período fue el esperado pues se alcanzó la mediana, lo cual es satisfactorio”.
La medición se hizo con el indicador de tiempo puerta-aguja, que se calcula desde el momento en que ingresa el paciente hasta el inicio de la aplicación del tratamiento.
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En total se incluyeron 21 servicios de emergencias hospitalarios y cuatro servicios de urgencias de áreas de salud. Se midieron con este indicador 147 casos.
Cabe destacar que el hospital de Guápiles y el área de salud Desamparados I (Marcial Fallas un caso), obtuvieron la meta de mejora de menos de 30 minutos en todos los casos atendidos y el conjunto de los centros alcanzó la mediana de 30 minutos.
Medición puerta-aguja
Cuando el paciente llega al servicio de emergencias o de urgencias, se registra la primera hora, es lo que se le define como puerta. Una vez que se toma los datos al paciente, se le hacen los exámenes y se diagnostica el infarto, hay varias decisiones:
• La primera decisión es si se da el tratamiento o si se traslada a otro centro médico para que reciba la atención.
• Si el médico decide hacer el procedimiento en el centro, el momento en que la enfermera comienza a aplicar el medicamento se llama aguja.
La CCSS tomó la referencia internacional de tiempo óptimo de 30 minutos que mide uno de los aspectos de la calidad de la atención del infarto.
El galeno explicó que internacionalmente la evidencia demuestra que luego de los 30 minutos conforme pasa el tiempo aumenta el riesgo de muerte del paciente.
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Aclaró que el medicamento actúa aún después de los primeros treinta minutos, incluso durante las 12 horas posteriores el paciente puede recibir el tratamiento, aunque el efecto es menor.
EDUS ofrece ventajas en evaluación
El funcionario informó que esta evaluación es anual y se realiza desde el año 2004. En el año 2018 con la implementación del EDUS en la totalidad de los centros amplió los límites de la evaluación, lo que permitió considerar, junto a los hospitales, también a las áreas de salud en las que pudiera aplicar.
Con el EDUS se eliminó la incertidumbre que el cálculo del tiempo puerta-aguja acarreaba la hora de llegada del paciente al centro en lo que se refiere a la calibración de los relojes de los que se transcribía, por cuanto ahora es una variable estructural del expediente digital, se detalla en el informe.
“Los tiempos de llegada del paciente no siempre fue la hora de puerta, pues el reloj podía ser del servicio o de un funcionario, ahora EDUS registra el tiempo puerta”, dijo Nassar Guier.
También el EDUS permitió pasar de estar limitados al registro en el expediente físico, a seguir todo el caso desde que comenzó en el primer establecimiento hasta el último centro que lo atendió.
“Antes no era posible porque ese primer momento podría estar registrado en cualquier parte del país, en un área de salud, en un Ebáis o en otro centro o bien perdido entre el expediente, ahora el EDUS permite recuperarlo”, indicó el galeno.
Lo anterior sirvió para incorporar en la evaluación una nueva medida, el indicador del tiempo total de isquemia, que mide desde el momento en que el paciente comenzó con los síntomas hasta el tratamiento.
Como se mencionó, la isquemia miocárdica o cardiaca ocurre se produce cuando el flujo de sangre que va al corazón se reduce, lo que impide que este reciba oxígeno suficiente. La reducción del flujo sanguíneo generalmente se produce debido a una obstrucción parcial o total de las arterias del corazón.
Según el médico la importancia de conocer el tiempo total de isquemia se debe a que “por mucho que se corra en los centros por atender a las personas, existe un límite para que el medicamento sea efectivo”.
Explicó que, si bien el lapso para dar tratamiento es de hasta 12 horas después, conforme se prolonga el periodo sin tratamiento el tejido del corazón se deteriora por la falta de irrigación hasta llegar a un punto máximo de daño.
El límite de tiempo que se establece para disminuir el mayor daño al tejido del corazón es de 120 minutos, es decir, dos horas, indicó Nassar Guier.
Llegada a tiempo de pacientes determina oportunidad de terapia
El doctor Nassar expresó que en los servicios de emergencias y de urgencias “la atención del infarto es dinámica siendo prioritario atender el paciente, luego se puede completar los registros”.
De acuerdo con el galeno, “toda la carrera que realiza el personal de salud para atender a los pacientes cuando llegan, no es sólo para cumplir los 30 minutos de la trombólisis, sino que sumando todos los tiempos sea menos de 120 minutos”.
El galeno detalló que en la medición del tiempo total de isquemia en 124 casos el 38% (47 casos) alcanzó 120 minutos o menos.
En el resto de las pacientes fue mayor a 120 minutos, los cuales recibieron “el tratamiento después del momento más oportuno de salvar mayor cantidad de tejido”. Como principal causa está la tardanza del paciente en llegar al servicio de salud, que corresponde al 80% del tiempo total de isquemia acumulado de todos los casos.
Nassar Guier enfatizó en la importancia que las personas acudan a los servicios de salud al presentar los síntomas para que reciban pronto el tratamiento. Insistió en que “entre más pronto reciba la terapia más alta las posibilidades de reducir el daño al tejido del corazón y el riesgo de muerte”.