En diversas ocasiones, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) ha mostrado su intención de exigir el cobro de impuestos a los médicos y otros profesionales de la salud.
Como todo plazo se cumple, el acuerdo al que arribaron las autoridades del Colegio Médico Dominicano (CMD) y de la Dirección General de Impuestos Internos, ya se cumplió, puesto que el director de la entidad, Magín Díaz, dio un compás a los galenos hasta el 2019.
Vencido el plazo, la voracidad de la DGII tocará de nuevo las puertas de los médicos para que hagan su referida contribución por ingresos mayores a los 100 mil pesos, como se explicó en aquella ocasión.
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En tal sentido, el doctor Santo Ramírez, tercer vicepresidente del Colegio Médico Dominicano, quien ha librado varias batallas contra el cobro de impuestos a los médicos, consideró que el Régimen Simplificado de Tributación (RST), que propone la Dirección General de Impuestos Internos, “es un caramelo dulce, muy dulce para los que les gusta el azúcar”.
Dijo que tiene una tasa de un 7% de impuesto liquidado, lo que a su juicio es muy alta, “ya que verifico que en la actividad de servicio de contabilidad la tabla de la norma 07-2014 tiene un porciento de 3.13, sin embargo el RST tiene una tasa de un 7%, más alta.
El también presidente del Consejo Nacional de Sociedades Especializadas expresó que “es preferible acogerse a la norma, debieron trabajar ese decreto 265 -19 sobre los % que tiene la norma 07-2014. No veo la ventaja en ese aspecto”.
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Sostuvo que el RST es opcional. No es obligatorio, pero en cada caso (cliente) es recomendable un FODA con datos reales.
Explicó que la exclusión de los anticipos, ISA y otros deberes formales ya estaba en la versión.
“Nada nuevo. Señales de populismo. Creo que debe haber una verdadera reforma fiscal, cuyo dinero se gaste en los excluidos, y en crear un verdadero sistema de salud, que no existe y en cual haya voluntad política para que más dominicanos estén protegidos por un verdadero sistema de seguridad social”.
El RST es un plan simplificado tributario que abarca a todas las personas que ganan por debajo de 8.7 millones de peso al año.
Por Gabriela Mora
