Investigadores españoles han desarrollado un sofisticado dispositivo microfluídico capaz de reproducir in vitro y en tres dimensiones la complejidad de diferentes tipos tumorales. Este ingenio permite que las células tumorales crezcan en un entorno 3D donde los nutrientes y el oxígeno son suministrados de forma controlada a través de unos pequeños capilares, imitando así a los propios vasos sanguíneos del organismo.
Gracias a esta nueva tecnología, ahora resultará posible reproducir de manera controlada todos los procesos del entorno tumoral, lo que podría ayudar a desarrollar nuevos tratamientos y combinaciones de fármacos que sean más efectivos contra estos tumores.
Los tumores son sistemas muy complejos y su evolución depende no sólo de las células tumorales sino también del entorno tridimensional que las rodea y de su interacción con otros tipos celulares. A menudo, la proliferación incontrolada de las células tumorales genera una severa falta de nutrientes y oxígeno en el microentorno del tumor. Por lo tanto, las células tumorales se ven obligadas a crecer en un ambiente muy particular y diferente al del resto del organismo, lo que les obliga a adaptarse y desarrollar mecanismos de resistencia frente a esta situación que pueden afectar de forma muy importante a los fármacos empleados.
La mayor parte de las investigaciones contra tumores se realiza en placas bidimensionales, las cuales no permiten reproducir el entorno real de estos tumores dentro del cuerpo humano. Esto podría ser la causa de porqué muchos tratamientos experimentales, que aparentemente muestran un gran potencial contra estos tumores durante la fase experimental en laboratorio, luego no son capaces de conseguir los mismos resultados en modelos animales reales o en pacientes.
La nueva plataforma de cultivos 3D permite observar directamente cómo el metabolismo tumoral lleva al agotamiento progresivo de los nutrientes y el oxígeno, generando la aparición de distintas zonas dentro del tumor. En este entorno hostil, las células tumorales adaptan su velocidad de proliferación en función de la cantidad de alimento de la que disponen para poder sobrevivir. La reproducción controlada de todos los procesos del entorno tumoral que posibilita esta nueva tecnología ayudará a desarrollar nuevos tratamientos y combinaciones de fármacos que sean más efectivos para el tratamiento de estos tumores.
Sin embargo, aunque los resultados preliminares parecen muy prometedores, todos los investigadores implicados advierten que aún queda mucho trabajo por hacer. En el estudio han participado investigadores del Grupo de Mecánica Aplicada y Bioingeniería (AMB) de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el Grupo de Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández (NBIO).