Santo Domingo.- El Colegio Dominicano de Odontólogos (COD), junto a la Sociedad de Implantología y la Sociedad de Cirugía Buco Maxilofacial, denunció malas prácticas en la realización de lo que denominó “jornadas asesinas de implantes” de parte de personal extranjero sin exequatur para operar de manera legal en el país y con la utilización de implantes importados sin ningún registro sanitario.
La presidenta del COD, Virginia Laureano, dijo que estas jornadas se anuncian en ocasiones “bajo el velo de fundaciones” y son cursos vendidos a extranjeros por hasta 20 mil euros, “dejando a los pacientes locales sin forma de rehabilitar las prótesis, ya que no se encuentran los aditamentos necesarios”.
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De acuerdo a publicación realizada en Diario Libre, la doctora informó que estos cursos para extranjeros están tan bien estructurados que tienen bloqueadas las direcciones IP provenientes de República Dominicana, por eso, al hacer una búsqueda en internet, a nivel local no se logran ver los anuncios de dichas jornadas dirigidas a estadounidenses y europeos y que hasta 2023 ya tendrían los cupos vendidos.
“Esta práctica violatoria a todas las leyes ha sido responsablemente denunciada por el COD y nos encontramos con un Ministerio de Salud que se ha hecho de la vista gorda ante la situación”, dijo Laureano.
Laureano afirma que desde el Viceministerio de Garantía de la Calidad se han querido aprobar los protocolos de forma urgente para realizar dichas jornadas en centros sin habilitación; mientras que, si a los odontólogos les falta algún requisito, les dan un plazo de cinco días antes de clausurarlos.
La doctora recordó que la Ley 63-18 exige que para ejercer la odontología en el país, los profesionales deben estar colegiados.
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Al ser cuestionada sobre la ejecución de trabajos odontológicos de parte de estudiantes universitarios, la doctora Laureano indicó que no tienen ninguna objeción «porque esos estudiantes están acompañados en todo momento de un personal docente capacitado que supervisa cada una de sus acciones».
Laureano reiteró que la lucha es contra «esos extranjeros que vienen sin calificación ni están colegiados».
