“Poner a funcionario el primer nivel de atención cuesta mucho dinero”

Santo Domingo. – Cuesta mucho dinero y la fecha apunta al 50 por ciento del gasto de bolsillo de los pacientes dominicanos. La panacea es la atención primaria, resabioso tema que remueve intereses de toda índole.

En estos días salió a relucir el tema a raíz de que el superintendente de Salud, Jesús Feris Iglesias, reveló que ha sido motivo de reuniones recientes en la institución que dirige.

Y que el ex gerente general del Consejo Nacional de Seguridad Social, Arismendi Díaz, dijera que sale muy costosa, pero que se puede integrar personal del Ministerio de Salud.

Al salir a flote el tema, nuestro medio consultó a la investigadora y experta en estos temas Magdalena Rathe, quien nos dio su parecer, que le dejamos intacto:

“Comparto lo que indica Arismendi (Díaz), se ha dicho que poner a funcionar el primer nivel de atención en la red pública cuesta mucho dinero.

“El presidente (Luis) Abinader habló de 20 mil millones. Pero eso supone invertir de una sola vez en la construcción y reconstrucción de los centros que supuestamente hacen falta, así como su equipamiento y nuevo personal.

“Pero si esos fondos se distribuyen en un periodo de varios años (como la estimación que hicimos en la Fundación Plenitud con UNICEF), los montos anuales resultan perfectamente manejables.

“Y eso sin considerar que existen actualmente grandes ineficiencias en la red pública, exceso de personal en algunos sitios, personal nombrado que no asiste; en fin, gastos sin resultados, que, si los dividimos por las prestaciones entregadas, resultan muchas veces más costosos que los que se ofrecen en el sector privado.

“La solución tiene que ver con cambiar la forma en que se asignan los fondos para que todos pasen a través de la seguridad social, para ambos regímenes, a fin de que haya un vínculo entre el financiamiento y los resultados de salud, de que haya rendición de cuentas y se pueda lograr calidad en el gasto.

“Es verdad que existen copagos y los llamados pagos ilegales y que muchos de estos afectan fuertemente el bolsillo de las personas con problemas de salud.  Creo que esto podría reducirse de manera importante con la implementación de la atención primaria porque esta implica atención básica sin copago (incluyendo medicamentos, laboratorios y otros medios de diagnóstico) con referimientos solo en los casos en que los problemas sean de una complicación mayor.

“Esto bajaría el gasto de bolsillo, porque casi el 70% del mismo lo constituyen los medicamentos y, dentro de éstos, los principales son los de la alta presión y la diabetes.

“Si las personas pueden estar controladas en el primer nivel de atención sin tener que pagar por tales medicamentos, su gasto de boda será mucho menor y, consecuentemente, mayor su protección financiera”.

 

Contexto

La Ley General de Salud 42-01 establece, en su artículo 13, que el modelo de atención primaria permite al Estado garantizar el derecho a la salud, mediante la promoción, prevención y rehabilitación de la salud.

El artículo 14 indica que se basa en los principios de universalidad, integralidad, descentralización, desconcentración, regionalización, par5idcipación social y coordinación intersectorial.

Y el 15 habla de que se organiza en tres niveles: el primero, que incluye Unidades de atención Primaria (UNAP); el segundo, los centros de salud especializados básicos; y el tercero, los especializados complejos.

A pesar de que la legislación manda su implementación, no ha podido ser posible por la madeja de intereses que toca.

 

Sobre Magdalena Rathe

Es una economista en salud, experta en sistemas y políticas de financiamiento a la salud la destinada a mejorar su desempeño.

Es fundadora y presidenta de la Fundación Plenitud, organización sin fines de lucro que trabaja por la construcción de un mundo equitativo y sostenible.

Investigadora y autora de varios libros y artículos sobre economía de salud, ha recibido reconocimientos por sus aportes a la investigación y formación de nuevas generaciones.

Recientemente fue seleccionada para formar parte de la Comisión Lancet Américas del Banco Mundial y la Organización Panamericana de la Salud.