Prominentes médicos urgen la atención primaria

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La República Dominicana no puede eludir más la entrada del primer nivel de atención, urge pasar del enfoque basado en atender enfermos a un sistema que piense en mantener las personas sanas y en los centros de salud, y debe ampliarse el horario de trabajo de cuatro a ocho horas.

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Asimismo, se recomienda que el Gobierno afilie a todos los dominicanos que nazcan en el Seguro Nacional de Salud (Senasa) subsidiado, que todos tengan un número de seguridad y luego decidan su traspaso.

El análisis fue hecho ayer por los doctores José Joaquín Puello, neurocirujano y Julio Amado Castaños Guzmán, hematólogo, ambos, preocupados por la actual situación del sistema de salud. Hablaron a HOY por separado sobre sus preocupaciones por la salud de los dominicanos.

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El doctor Puello propone que el Gobierno inicie ese primer modelo, fortalezca los hospitales del segundo nivel y construya cuatro grandes centros en las cuatro regiones del país para atender los casos de mayor complejidad.

Fue enfático en aconsejar en ampliar el horario de trabajo a los médicos, con todo lo que eso implique, “pues en cuatro horas, no hay forma de hacer nada en materia de atención. Eso es imposible, en cuatro  horas no se hace nada”.

Dijo que debe ser una tanda extendida en materia de salud, y que eso mejorará notablemente la atención en la gente, y ahorrará al Estado, pero debe ser asumido con toda la responsabilidad que implique.

“Los servicios normales de los hospitales deben concluir a las 5:00 o 6:00 de la tarde y a partir de ahí se queda el personal de turno”, dijo Puello, quien labora para el Centro Oftalmológico Cardio Renal y de Trasplante (Cecanot)

Puello asegura que el primer gran paso del país debe ser la atención primaria, comenzando por un médico de familia que tenga asignada una determinada cantidad de esos núcleos de la sociedad.

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El profesional insiste en que ese centro de familia debe tener todo lo básico, ahí no habría especialidad.

“En ese primer nivel no debe haber equipos de alta tecnología, deben atenderse por lo menos 24 especialidades médicas, las demás al tercer nivel de atención”.

Castaños Guzmán. Dice que se han hecho grandes inversiones en hospitales que tendrán un alto costo y será muy complicado su funcionamiento.

Explicó que las grandes estructuras son todo un tema que impactan la eficiencia, por lo cual se debe pensar en cómo se financiará el sistema público de salud.

A su juicio, el Gobierno debe definir cuál es el modelo en salud que quiere seguir y después establecer el financiamiento, “son dos temas que van de la mano”.

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Castaños dijo que la definición de financiamiento será fundamental para el Gobierno, si quiere competir con el sector privado agresivo y más eficiente en materia de prestación con calidad de los servicios de salud.

“Vale invertir en infraestructura, pero es necesario tener claro el modelo de gestión y el de financiamiento, pues eso es lo que hace posible que se alcance el mejor desempeño”, dijo al señalar que se trata de un gran desafío para los gestores del Gobierno.

El médico y educador no ve desacertado el que se hayan intervenido dos hospitales, “es que estaban en la ruina”, pero insiste en la necesidad de que se vayan capacitando a los gerentes en el nuevo modelo de atención.

“¿Quién va a pagar el nuevo modelo, hasta dónde el Estado tendrá capacidad de financiamiento?”, se preguntó Castaños Guzmán. A su juicio, en el país, la ciudadanía se resiste a acudir a los centros de atención primaria.

Esto se debe, asegura, a que lo que existe en atención primaria es deficiente y la población sabe que no hay una capacidad resolutiva para que se les resuelvan sus problemas.

“En la actualidad, las personas van a hospitales del tercer nivel hasta por una fiebre, un dolor de cabeza y cualquier situación que debe tener salida en el primer nivel de atención”.

Recordó que la labor del Estado es garantizar un sistema de salud eficiente, “probablemente la gente no necesite inversiones en centros de altísima tecnología, probablemente la gente lo que necesite es un vigoroso primer nivel y más atención en educación, revertir el enfoque, más prevención y menos curación”.

“Debemos garantizar la salud a la gente, eso no se garantiza con alta tecnología, para producir necesitamos gente sana”, dijo al preguntarse dónde está la campaña educativa que busca evitar el salero en la mesa, orientar sobre la obesidad y la correcta alimentación en el país.

“El país lo que tiene son centros para tratar enfermos, pero no existe una actitud hacia el cuidado de la salud de la gente”, insistió el educador de la salud, quien explicó que para eso es necesario tener visión y compromiso.

“El actual sistema de salud es ineficiente, inequitativo e inmanejable en términos económicos, por lo que pide al Gobierno que haga definición de lo que quiere”.