El impulso a la investigación durante la pandemia de coronavirus ha dado paso a más beneficios en el tratamiento de otras enfermedades.
Gracias a que se ha profundizado en el desarrollo del método con ARN mensajero, la compañía Moderna ha podido diseñar una prometedora vacuna contra el sida con la que ha empezado sus ensayos en seres humanos.
Después de varias décadas en que únicamente se han podido concentrar en los síntomas, los científicos habían logrado que el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (conocido por sus siglas SIDA) pasara de ser una enfermedad mortal a crónica.
Ahora, con el método ARN mensajero se avecina la posibilidad de prevenir ante el contagio de otra de las grandes enfermedades que han amenazado a la humanidad durante las últimas décadas.
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La ventaja de trabajar con el ARN mensajero en vacunas es que su misión consiste en mostrar a las células de organismo cómo construir una proteína que active una respuesta inmunitaria específica en el organismo.
En el caso del sida resulta fundamental, puesto que el proceso de la enfermedad se inicia cuando el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario del cuerpo.
El sida desarrolla si no se ha efectuado el tratamiento adecuado cuando se ha producido el contagio, ya que es la fase más grave de la enfermedad.
Según la compañía, el éxito de este proceso en la lucha contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 ofrece buenas expectativas.
