Santo Domingo.- La salud mental “sigue siendo la cenicienta en cualquier país del mundo”, porque es a la que se le coloca menos cantidad de recursos para su trabajo.
Así lo expuso el psiquiatra José Miguel Gómez, quien manifestó que esa desatención está provocando que la gente viva más insatisfecha y más infeliz.
Agregó que por esa razón se incrementa el recurso de acudir a cirugías plásticas y a la compra de ansiolíticos para intentar modificar el cuadro de insatisfacción personal.
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Compartió el criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que después del Covid-19 se van a triplicar los trastornos psiquiátricos y eso es lo que ha sucedido: “Una gran cantidad de gente depresiva, con trastorno de ansiedad, con estrés post-traumático y un disparo en el consumo de alcohol, drogas, violencia social, aumento de los feminicidios, violencia intrafamiliar y abuso en niños”.
Dijo que en el mundo de la psiquiatría y especialmente de la neurociencia se pensaba que tras la pandemia del Covid-19 la conducta de las personas sería más solidaria, pero ha resultado que la gente está sobreviviendo, viviendo el aquí y el ahora.
Aseguró que la gente no aprendió la lección y se multiplicaron los conflictos familiares.
Afirmó que el Covid-19 está dejando una secuela de pérdidas económicas, desempleo, muertes, duelo colectivo e insensibilidad social, pero hubo gente que se tornó creativo e incluso le fue mejor con la pandemia.
Luego de la pandemia del Covid-19 “la gente salió a comprar más, consumir más, olvidando la planificación y el ahorro, la angustia anticipatoria y aprendió a trabajar desde su casa”.
Hay gente sin futuro, “buscando presentismo a través de redes sociales para mantenerse en el día a día o ser noticia, porque la gran angustia del ser humano es no caer en el anonimato”.
Entrevistado por Pablo McKinney en el programa televisivo “McKinney”, por Color Visión, señaló que ahora en todo el mundo hay serios problemas de vulnerabilidad en la atención de la salud pública porque hasta los países desarrollados tenían falta de recursos humanos.
En una publicación de Listín Diario, el especialista apuntó que ahora es muy alta la cantidad de divorcios, familias disfuncionales y el deterioro de la convivencia en los hogares.
Para Gómez, se impone que en términos colectivos e individuales lo correcto es tratar de “ser mejores personas” y tener como prioridad que cada una entienda que su breve paso por la vida tiene sentido si deja algo útil para el mundo.
Favoreció que la gente busque ser empática, solidaria, altruista, porque el mundo va perdiendo esa sensibilidad, compromiso social y el buen trato basado en quien me quiere no me daña.