Los ftalatos que se utilizan para suavizar los tubos de plástico, catéteres y otros dispositivos médicos pueden filtrarse en el torrente sanguíneo de un niño y afectar negativamente los déficits de atención a largo plazo, afirma un nuevo estudio.
Investigadores de la Universidad Católica de Lovaina (KU; Bélgica) y la Universidad de Amberes (Bélgica), realizaron un estudio con 449 niños que recibieron tratamiento en una unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) y a quiénes les practicaron pruebas neurocognitivas, cuatro años más tarde.
Los investigadores midieron los niveles en sangre de los metabolitos de di (2-etilhexil) ftalato (DEHP), realizando, en un principio, los análisis de sangre en 100 niños sanos y en 228 de los pacientes de la UCIP, que tenían entre uno y 12 tubos médicos en la UCIP y cuya edad oscilaba entre recién nacidos hasta 16 años.
Los investigadores encontraron que los niveles de metabolitos de DEHP no eran detectables en las muestras de sangre de los niños sanos. Los niños gravemente enfermos, con catéteres, hospitalizados en la UCIP; sin embargo, tenían niveles extremadamente altos de DEHP que, a pesar de la rápida disminución se mantuvieron hasta 18 veces más altos hasta el alta de la UCIP.
La alta exposición al DEHP durante la estancia en la UCIP también está fuertemente asociada con un déficit de atención que se encontró usando pruebas neurocognitivas, cuatro años después, después de la salida del hospital. El hallazgo fue validado en un grupo diferente de 221 pacientes de la UCIP. El estudio fue publicado en la edición de Marzo de 2016 de la revista Intensive Care Medicine.
«Los ftalatos han sido prohibidos en los juguetes para niños debido a sus potenciales efectos tóxicos y de alteración hormonal, pero todavía se utilizan para suavizar los dispositivos médicos”, dijo el autor principal, Sören Verstraete, MD, un estudiante de doctorado en la KU.
El DEHP es un plastificante hecho de ftalato, de uso general, para el ablandamiento del cloruro de polivinilo (PVC). Se ha utilizado para ablandar dispositivos médicos tales como tubos intravenosos y bolsas, catéteres IV, sondas nasogástricas, bolsas de diálisis y los tubos, bolsas de sangre y tubos de transfusión, y tubos de aire por más de 50 años. El DEHP se absorbe fácilmente y se distribuye en el cuerpo, pero se considera que no es persistente o bioacumulativo, y está clasificado como fácilmente biodegradable.
La información fue difundida por el portal www.hospimedica.es