Santo Domingo.- Una persona con diagnóstico de Asperger, o grado uno del trastorno del espectro autista (TEA), intervenida a tiempo, con conocimiento y manejo de sus fortalezas y control de sus debilidades puede ser funcional.
Así lo concluyó la licenciada Eridania Rodríguez, especialista en neuropsicología del hospital pediátrico Dr. Hugo Mendoza, durante el live de Seguros Reservas y su plan de coberturas JUST “Tener Asperger es interpretar el mundo de forma distinta”, donde aseguró que las intervenciones están orientadas a que las personas puedan llevar una vida social active.
De igual forma, aclaró que ya no se diagnostica Asperger porque es una condición dentro del TEA, pero con algunas diferencias características que ubican a estas personas con menores necesidades de apoyo.
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Explicó que se trata de un grupo de trastorno que afectan la capacidad de adquirir, percibir, controlar diferentes posturas, pero el diagnostico definitive depende de las características del cerebro de cada persona, debido a que la principal sospecha es por la conducta.
La también parte del equipo del Centro Profesional Psicólogos Unidos, el diagnóstico es multifactorial y lo hace un equipo integrado por neurólogos, psiquiatras, especialistas del lenguajes, gastroenterólogos y psicólogos, quienes se apoyan en instrumentos, estudios y pruebas.
Destacó que las personas con TEA presentan comportamientos restrictivos, dificultad para la interacción social, pero los de Asperger destacan por inteligencia, habilidades superiores para el cálculo y otras facultades, además de que requieren menor apoyo.
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Recomendó a los padres estar pendientes de las habilidades motoras y emocionales para sospechar o no de algún síntoma que pudiera convertirse en un diagnóstico, ya que mientras más temprano se haga mayores van a ser las oportunidades de intervención.
“Un ejemplo es identificar dificultades alimentarias, que comen los niños. Si hay deficiencia nutricional, ya que, si come mal, se portará peor”, agregó.
Afirmó que es de mucha ayuda crear calendarios en los niños, manejar sus ansiedades, sus miedos y apoyarlos en las terapias psicológicas y seguimiento nutricional.
Por Gabriela Mora
