La farmacéutica Bayer tiene entre sus principales retos reducir los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, mejorar el acceso de los pacientes al análisis de biomarcadores y desarrollar medicamentos altamente selectivos.
Hace más de 15 años que la farmacéutica empezó a abrirse camino en este campo y, durante este tiempo, ha lanzado cinco productos oncológicos con múltiples indicaciones que han sido utilizados por más de 1.300.000 pacientes en todo el mundo, según confirman fuentes de la compañía a Redacción Médica.
«El desarrollo de tratamientos oncológicos altamente selectivos proporcionan a los pacientes un beneficio clínico mayor. Este avance se ve respaldado por el uso creciente de pruebas genéticas en oncología clínica», explican desde Bayer.
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Sin embargo, lamentan que hay una «disparidad en el acceso a las pruebas diagnósticas» y citan una encuesta de la Coalición Europea de Pacientes con Cáncer (ECPC) que indicó que hasta al 60 por ciento de los pacientes en Europa no se les ofrecen actualmente pruebas de biomarcadores, y el 70 por ciento de los encuestados señaló que la importancia de las pruebas no se les había explicado adecuadamente.
«Mejorar el acceso de los pacientes al análisis de biomarcadores es un componente crucial de la sostenibilidad del sistema sanitario, que impulsará la eficiencia ahora y en el futuro», aseveran.
Por otro lado, la farmacéutica pone el foco de atención en los efectos secundarios que se asocian a los tratamientos de algunos tumores. De hecho, consideran que se necesitan fármacos que «permitan al paciente mantener su calidad de vida, minimizando la toxicidad asociada a los mismos y retrasando la aparición de síntomas asociados al cáncer». Por todo ello, el enfoque investigador es «fundamental» en Bayer, donde dan prioridad a dianas farmacológicas y vías metabólicas con el potencial de cambiar la forma de tratar el cáncer.
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¿En qué se centran en el área de Oncología? En palabras de la compañía, tratan de innovar «en tumores altamente agresivos y con pocas opciones de tratamiento, como el cáncer de próstata resistente a castración, el carcinoma hepatocelular, el carcinoma de células renales, el cáncer de colon metastásico, el cáncer diferenciado de tiroides y los tumores del estroma gastrointestinal». «Asimismo, hemos entrado en el campo de la oncología de precisión con los tumores sólidos que presentan una fusión del gen NTRK», aseguran.
Concretamente, la farmacéutica analiza las siguientes plataformas terapéuticas: señalización oncogénica, inmuno-oncología, conjugado de torio dirigido, plataforma de TATs y conjugado de anticuerpo-fármaco.
«Recientemente, hemos conocido los resultados del estudio fase III, Arasens, que evaluaba darolutamida en combinación con docetaxel en cáncer de próstata hormonosensible metastásico (CPHSm). El objetivo principal del estudio se ha cumplido: aumentar significativamente la supervivencia en estos pacientes”, subrayan.
Además, Bayer continúa investigando con sus productos ya establecidos (regorafenib y radio-223) en combinación con terapias inmuno-oncológicas, para el tratamiento de primera línea del carcinoma hepatocelular, para el cáncer de pulmón de células no pequeñas, en pacientes con glioblastoma, en sarcomas óseos recurrentes y metastásicos.
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Para conseguir estos propósitos y ampliar su presencia en oncología, la farmacéutica requiere de colaboración externa. En este sentido, menciona el acuerdo con Systems Oncology, con quien trabajan en el tratamiento del cáncer de mama; la colaboración con Triumvira Inmmunologics, que participa en el desarrollo de cuatro candidatos terapéuticos para inmunoterapias autólogas y alogénicas de linfocitos T para el tratamiento de tumores líquidos y sólidos; y el trabajo conjunto con Atara Biotherapeutics sobre tratamientos antitumorales de células CAR-T.
«Nuestra estrategia de desarrollo aprovecha tanto la investigación de nuestros centros de I+D, como la colaboración con investigadores de todo el mundo y con otros centros», añaden.
