Santo Domingo.-En un área sin grandes desarrollos en varios años, un nuevo tipo de medicamento para la hipertensión ha mostrado resultados alentadores en la segunda fase de ensayos clínicos, brindando esperanza a las personas con presión arterial alta que no responde a tratamientos convencionales, según un experto del sistema de salud global Cleveland Clinic, previo al Día Mundial del Corazón.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, 1.28 mil millones de adultos de 30 a 79 años en todo el mundo tienen hipertensión, y solo alrededor del 21% de las personas con presión arterial alta la tienen bajo control.
Mientras que algunas personas con presión arterial alta pueden estar sin diagnosticar o sin tratar, otras tienen presión arterial que permanece alta a pesar de la medicación.
«La presión arterial no controlada, también conocida como hipertensión resistente, es un factor de riesgo principal de morbilidad y muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares en todo el mundo», dice el cardiólogo preventivo Luke Laffin, codirector del Centro de Trastornos de la Presión Arterial de Cleveland Clinic (Center for Blood Pressure Disorders).
Según el doctor Laffin, la hipertensión se define como “resistente” cuando la presión arterial permanece en niveles inseguros a pesar del uso óptimo de tres clases diferentes de medicamentos antihipertensivos, incluyendo un diurético.
El doctor Laffin es el investigador principal en ensayos clínicos en curso que investigan la seguridad y eficacia de Lorundrostat, una nueva clase potencial de medicamento para tratar la hipertensión resistente.
«Lorundrostat funciona reduciendo la producción de aldosterona en el cuerpo, una hormona que las glándulas suprarrenales liberan para ayudar a regular la presión arterial mediante el control de los niveles de sodio y potasio en la sangre», explica Laffin.
En el reciente ensayo multicéntrico de fase dos, Lorundrostat demostró ser eficaz en la reducción segura de la presión arterial en los pacientes, y las indicaciones sugieren que podría ser especialmente útil para pacientes con presión arterial alta relacionada con la obesidad. Los resultados del estudio se publicaron en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense.
«Aunque estos son estudios iniciales, los resultados son alentadores, ya que el medicamento podría ofrecer una alternativa al tratamiento actual para la hipertensión resistente, es decir, los antagonistas del receptor mineralocorticoide (ARM).
Esto es significativo, ya que los ARMs pueden tener efectos secundarios, como la hiperpotasemia o cantidades excesivas de potasio en la sangre, y cambios hormonales, que pueden evitar que algunos pacientes los tomen».
El doctor Laffin afirma que Cleveland Clinic está participando en otros estudios importantes sobre lorundrostat y comenzará a inscribir pacientes pronto.
Consejos para controlar la presión arterial
«Como la hipertensión puede causar graves daños al corazón, el Día Mundial del Corazón es una oportunidad para recordar a las personas que deben controlar su presión arterial», dice el doctor Laffin.
«Las personas con presión arterial alta pueden no tener ningún síntoma, por lo que es importante que un profesional evalúe regularmente su presión arterial. Los pacientes que toman medicamentos deben asegurarse de tomarlos según lo recetado, y si descubren que su presión arterial aún no está bajo control, deben hablar con su proveedor de atención médica sobre intentar diferentes medicamentos».
El doctor Laffin dice que, aunque las pautas difieren en todo el mundo, hoy muchos médicos recomiendan como objetivo una lectura de presión arterial por debajo de 130/80.
Además de los medicamentos, los cambios en el estilo de vida también pueden ayudar a reducir los niveles de presión arterial, agrega el doctor Laffin. Estos cambios incluyen:
o Comer de manera saludable, por ejemplo, siguiendo una dieta mediterránea centrada en frutas, verduras, granos enteros, pescado, carnes magras y aceite de oliva.
o Hacer ejercicio regularmente.
o No fumar.
o Limitar el consumo de sal, alcohol y grasas saturadas y trans.