Redacción.– El brote de mpox (viruela símica) con epicentro en la República Democrática del Congo (RDC), donde se han declarado unos 18.000 casos y al menos 629 muertes este año, «puede terminar en los próximos seis meses si hay liderazgo de los gobiernos», señaló este viernes el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«Aunque lo que la RDC necesita más que nada es una solución política a la perenne inseguridad», subrayó en rueda de prensa Tedros, quien acaba de regresar de una visita a ese país y recordó que unos 5.000 casos de mpox se han registrado en las provincias orientales de Kivu Norte y Sur, asoladas por años de conflicto.
La OMS declaró el 14 de agosto una emergencia internacional por la mpox debido a la rápida expansión de una nueva cepa del virus que la provoca, el clado 1b, del que además de los casos sospechosos en RDC se han confirmado 258 en Burundi, cuatro en Ruanda y Uganda, dos en Kenia y uno en Suecia y Tailandia.
El experto etíope subrayó que la agencia sanitaria de la ONU trabaja para facilitar el acceso a vacunas contra esta enfermedad.
En este sentido, indicó, el pasado 23 de agosto recibió dos solicitudes de inclusión de vacunas en la lista de uso de emergencia de la OMS, un paso importante para que pueda haber más acceso a ellas en países en desarrollo o con insuficientes redes sanitarias.
Fabricantes
La OMS también ha sugerido a fabricantes de pruebas diagnósticas que soliciten su inclusión en esa lista de uso de emergencia de la organización y el jueves «recibió la primera muestra de interés» por parte de una de las firmas del sector, indicó Tedros.
Tedros también subrayó que esta semana, el miércoles y jueves, la OMS acogió un encuentro virtual de expertos e investigadores para analizar el brote de mpox, identificar las prioridades que los laboratorios deben adoptar para el estudio del virus y coordinar mejor el desarrollo de terapias, vacunas y diagnósticos.
«El brote se ha producido en una de las zonas más pobres e inseguras de RDC, lo que complica la respuesta, pero cientos de trabajadores de la OMS están sobre el terreno en ése y otros países afectados para parar la transmisión y lograr que el brote sea controlado», concluyó Tedros.