Santo Domingo. – Un estudio reveló que la brecha digital entre zonas urbanas y zonas rurales en América Latina ha imposibilitado la plena adopción de herramientas de salud digital como la telemedicina.
El estudio realizado por Wifor Institute, de Alemania, revela que 67 por ciento de los hogares en áreas urbanas tiene acceso a Internet, mientras en áreas rurales solo lo tiene el 23.
Ante esa brecha, la directora ejecutiva de Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica (FIFARMA) expone que la implementación de las tecnologías de salud digital se ve limitada por el acceso desigual a los dispositivos y redes de banda ancha, que son claves para acceder a los sistemas de salud del futuro.
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“La digitalización es una de las claves para superar barreras estructurales como el acceso a los sistemas sanitarios”, sostuvo Yaneth Giha en un artículo titulado ¿Cómo responder a una nueva pandemia en Latinoamérica?
Giha revela que la conclusión principal del estudio Wifor, “y más cuando se compara a nuestra región con los países europeos”, es que los sistemas de salud fortalecidos por la innovación en tecnologías digitales y en investigación médica y farmacéutica, fueron los que mejor soportaron los duros efectos de la pandemia y pudieron responder de manera adecuada y resiliente.
En su artículo, la directora ejecutiva de FIFARMA hace una evaluación del panorama en que encontró el covid-19 a los sistemas de salud latinoamericanos, entre las que cita ineficiencias en los sistemas sanitarios y un bajo gasto público en salud, incluso inferior al de los países europeos y al de los países miembros de la OCDE.
“Ninguno de los países analizados en el estudio (Brasil, México, Chile, Perú, Argentina y Colombia) cumplió con la meta del 6% establecida por la OPS. En consecuencia, el impacto del COVID-19 fue intenso y variado en los países de Latinoamérica y las proyecciones indican diferentes procesos de recuperación para cada uno de ellos”, anotó.
Señaló que la pandemia amplió la brecha entre América Latina y los países desarrollados en materia de Economía de la Salud.
“No solo porque los sistemas de salud en nuestra región estaban equipados de manera diferente para la pandemia en términos de médicos, enfermeras, hospitales y camas de UCI, sino por factores como el atraso de la industria farmacéutica en nuestra región, en donde apenas está ubicado el 1% de las empresas de investigación y desarrollo del sector farmacéutico”.
Comentó que es hora de que en América Latina se deje de ver la salud como un gasto y la empecemos a entender como una inversión y un promotor del crecimiento económico, la riqueza y el empleo.
“Ese nuevo enfoque se traduciría en aumento del gasto público en salud y en la creación de mejores capacidades para nuestros sistemas, haciéndolos más resilientes en el escenario futuro de una nueva pandemia”, puntualizó.
FIFARMA representa 16 empresas biofarmacéuticas basadas en la investigación y 11 asociaciones locales dedicadas a descubrir y desarrollar productos y servicios de salud seguros, innovadores y de calidad. Su fin se conecta con la mejora de la vida de los pacientes de América Latina y el Caribe.
Creada en 1962, la entidad farmacéutica regional aboga por sistemas de salud sostenibles centrados en el paciente, caracterizados por altos estándares regulatorios y principios éticos.
Por Pedro Angel