Madrid.- Una investigación del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) aporta nuevas claves sobre uno de los tipos más frecuentes de miocardiopatía dilatada genética. Se trata de aquella causada por mutaciones en el gen de la cadena pesada de la miosina (MYH7).
Conocer las características particulares de los distintos subtipos genéticos de miocardiopatía dilatada es el primer paso para tratar de forma individualizada a los pacientes con esta enfermedad. Así señalan los investigadores liderados por el doctor Pablo García-Pavía, cardiólogo del Hospital Puerta de Hierro e investigador del CNIC y del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV).
La miocardiopatía dilatada es la causa más frecuente de insuficiencia cardiaca en jóvenes y la principal causa de trasplante cardíaco en todo el mundo. Se caracteriza por el agrandamiento del corazón y la disminución de su capacidad para el bombeo de sangre. Asimismo, los pacientes que padecen esta enfermedad sufren con frecuencia arritmias y muerte súbita.
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Los errores en el código genético del ADN son los responsables de las enfermedades hereditarias que afectan a miembros de una misma familia con esta enfermedad, explican los investigadores. Dichas mutaciones son la causa de aproximadamente la mitad de los casos de miocardiopatía dilatada.
Este estudio colaborativo ha recabado información de 147 pacientes y familiares con mutaciones en el gen MYH7. En el mismo han participado 40 centros de 10 países, convirtiéndose en el proyecto más ambicioso en abordar esta enfermedad hasta la fecha, este esfuerzo ha permitido describir algunas características particulares propias de la miocardiopatía dilatada causada por alteraciones en este gen, aseguran los investigadores.
En primer lugar, una proporción importante de los pacientes con esta alteración genética (16 %) desarrolla la enfermedad en la infancia a diferencia de otras formas de miocardiopatía dilatada que prácticamente siempre aparecen a edades más avanzadas (40-50 años). “Esta información hace que sea recomendable el seguimiento de los hijos de pacientes que sufren esta enfermedad desde edades tempranas”, señala el doctor García-Pavía.
Además, los investigadores españoles han descubierto que la capacidad de respuesta al tratamiento con fármacos en este tipo de miocardiopatía dilatada es menor que en otros tipos genéticos. Sin embargo, la muerte súbita, la complicación más temida de esta enfermedad, ocurre en pocos casos comparado con otros tipos y únicamente en los casos de enfermedad avanzada.