Santo Domingo.- El presidente de la Sociedad Dominicana de Radiología (Sodorad), doctor Engels Liranzo, emitió un comunicado en el que aclara su postura ante el conflicto del Colegio Médico Dominicano (CMD) y las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS).
Comunicado
Me gustaría hacerle saber a la opinión pública nacional lo indiferencia y caso omiso hasta la fecha de todas las autoridades competentes con respecto al conflicto ARS/CMD. Mucho tiempo de protestas y desacuerdos, ante un reclamo justo por parte del gremio rector médico del país, sustentado en los miserables pagos recibidos por las diferentes ARS.
Por ejemplo, en el tema de los diagnósticos por imagen, una Sonografía Transvaginal, cuyo costo operativo es cercano a 2 mil pesos, la mayoría de las ARS la pagan a 400 pesos, quizá alguna puede llegar a 500 o 600 pesos, ordenando al que ellos llaman “usuario” (por no decirles clientes y para nosotros serán siempre pacientes), que no paguen de diferencia o co-pago más del 20%, que sería cercano a 80 pesos.
Ni hablar de las tarifas de las radiografías, que algunas ARS las pagan a 150-180 pesos, literalmente una miseria que nos conlleva a la quiebra. Creo que ya es hora de la intervención de nuestros primeros mandatarios de la nación, sea el Excelentísimo Señor Presidente, la Distinguida Vicepresidenta o nuestra humanitaria Primera Dama.
Al final en estas jornadas de protestas perdemos todos, menos las ARS que se siguen enriqueciendo al no tener que pagar servicios consumidos por los pacientes en estas luchas y nos parece prudente que nuestro magno gobierno junto a las autoridades de lugar deben buscar una solución salvatoria, y si es necesario tal cuál sugiere nuestra sagrada Constitución que el Estado asuma la responsabilidad de ofertar la salud como únicos entes a los ciudadanos, dando el paso, acordando con CMD los tarifarios apropiados y justos para cada Sociedad Especializada, sin que quede ninguna fuera y sin que quede ningún médico que cumpla con los criterios de inclusión y requisitos de lugar sin asignación de códigos.
Eso es un ejemplo por decir. Pero mi voz se alza como llamado a la sensibilidad de estos actores que parecieran indolentes ante la situación.
Por Elvys Minaya
