Terapia fotodinámica: nueva alternativa al cáncer

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J6BMHU6BDVHM5DULYKXXPODA4U.jpgSegún la Organización Mundial de la Salud  (OMS) una de cada seis personas sufrirá cáncer a lo largo de su vida. Es una estimación estadística que pone de relieve las dimensiones, dificultades y, sobre todo, los desafíos que plantea esta enfermedad tan prevalente.

Una de las herramientas más comunes para tratar el cáncer es la quimioterapia. Sin embargo, muchos de los fármacos anticancerígenos que se utilizan actualmente presentan un gran inconveniente: la selectividad.

Como alternativa a la quimioterapia convencional, la comunidad científica  está investigando una estrategia  que busca combatir el cáncer con luz. Existe una modalidad de tratamiento que recibe el nombre de “terapia fotodinámica”.

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La terapia fotodinámica es una técnica no invasiva que se lleva empleando con éxito en los hospitales desde 1970, principalmente para el cáncer de piel y para tumores superficiales muy localizados donde la aplicación de luz es accesible.

La técnica se basa en un tipo muy particular de moléculas denominadas “fotosensibilizadores”: sustancias capaces de capturar la energía de la luz. Estas no suelen tener actividad farmacológica por sí mismas, pero cuando se irradian con luz se activan y desencadenan una serie de reacciones químicas que terminan induciendo la muerte de las células cancerígenas.

La terapia fotodinámica requiere de la presencia simultánea de tres elementos: el fotosensibilizador, la luz y el oxígeno. Mientras que los dos primeros son agentes externos, el oxígeno es un factor endógeno que se encuentra presente en el interior de nuestras células.

La acción antitumoral de la terapia fotodinámica no se debe al fármaco ni a la luz, sino al oxígeno reactivo que se forma en estas reacciones

La principal ventaja de la terapia fotodinámica reside en que –a diferencia de la quimioterapia convencional– el uso de la luz permite controlar la acción farmacológica en el tiempo y en el espacio, como si de un interruptor se tratase, pues sólo allí donde se aplique tendrán lugar estos procesos fotoquímicos.

De este modo, al iluminar solamente la zona del tumor, esta terapia lograría destruir selectivamente esa región localizada.

Esto reduciriría los efectos secundarios en el resto del cuerpo.